miércoles, 4 de marzo de 2009

Sobre tuertitos, bizcos y miopes.



Dicen que aquellos que son tuertos en el país de los ciegos, son los reyes absolutos. Algunos comentarán que un miope puede ser consejero, un daltónico caballero encargado de la infantería o un bizquito bufón de la corte real. Sin querer hablar de hipermétropes, conjuntivados, orzuelados, presbiciados, cataratados y ambipliados. Para esta última consúltese el término ojo vago. Y es que como diría Machado, “El ojo que tú ves no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque él te ve”. Por eso algo así planteó Saramago hará unos doce años, ¿Qué pasaría si en un mundo de ciegos, alguien viera todo lo que está sucediendo? ¿Qué sucedería si ese bíclope tan normal, se convirtiera, por obra y gracia de algún fenómeno extraño, en algo extraordinario? ¿Qué ocurriría si la más absoluta cotidianeidad se transformara en una reflexión a corazón abierto sobre la condición humana? Todo ello, tiene nombre y apellidos. “Ensayo sobre la ceguera”, José Saramago. Bienvenidos al reino, pasen y vean. Ciegos no pagan, tuertos: media entrada.

Nosotros, la inmensa mayoría, con respecto a esa inmensa minoría, pagaremos el peaje, para ponernos en lugar de ese Rey. Curiosamente (y no me malinterpreten) encarnado en la piel de una mujer, de cuyo nombre, no es que no quisiera acordarme, es que carece de importancia. Así lo reflejó el autor portugués en la obra. Ningún nombre. Sólo rasgos característicos tan identificativos que no es necesario saber mucho más de aquellos que intentan sobrevivir a la epidemia de “la ceguera blanca”. Una ciudad, tan anónima como el viento, contempla atónita la situación. Unas autoridades preocupadas por el contagio, agrupando a los enfermos. Dos pupilas, testigo de aquello, relatan con intensidad los sucesos y una condición humana, como motor de la obra, que precipita los acontecimientos.

Así transcurre la obra literaria, viviendo entre los márgenes de un papel. Hasta que Fernando Meirelles pensó que aquello cabría en 35mm. Y así fue. Y así es. Y así será. Al menos en las pantallas españolas. Desde su estreno en el Festival de Cannes en 2008, la película se ha ido estrenando en diversos países latinoamericanos y en el vecino peninsular. Es el momento de testar la cinta en las salas españolas. “A ciegas”, es el viaje que propone el director brasileño al interior del hipotético saramaraguiano. El estreno se hará efectivo el próximo 13 de marzo en los cines más selectos. En palabras de Meirelles: "Tengo la impresión de que A ciegas va a ir muy bien en España, como fue muy bien en Portugal, Brasil y México. Fue fatal en Estados Unidos, pero es porque creo que los países latinos entienden mejor esta película”.

¿Qué sucederá esta vez, tendrá acogida la película o pasará sin pena ni gloria?

Aún no podemos aventurar nada al respecto. No podemos asegurar el éxito o el fracaso. Pero, háganse caso de vez en cuando, y prueben a mirar, aunque sea una vez más por la ventana, si no ven nada no se apuren, alguien los estará observando


4- III- 2009
David Orea: miope consagrado.

1 comentario:

Unknown dijo...

Aún recuerdo como me hizo gozar el viejo Saramago!
Ya 21 de Marzo. Después de tanto tiempo sin contacto, esta misma tarde volvemos a hablar. Sigo las huellas de tu nick y me encuentro con un blog muy interesante y con una puta entrada hablando de uno de los putos libros que más me han marcado...no me jodas Deivid...esto no se le hace a un sentimental...
Un abrazo loko!
Suerte con el proyecto.
Por cierto, un blog cojonudo. Enhorabuena a todos