lunes, 23 de febrero de 2009

El Corazón de Mickey



Escribe: Roberto (perdón por el retraso).

No puede ser. Todo iba bien. Era un buen finde. El Desencanto encendía motores. Los Sotillo ganábamos 3-2 en un partido bonito. Después disfruté del sol, la cerveza y los amigos. El Madrid daba un paso más para agrandar su leyenda, apareciendo en la calma del barsa como el maldito invitado que se cuela en todas sus fiestas. Por otro lado, a mí móvil llegaba un mensaje que me daba esperanzas de asistir a la única fiesta que yo espero. El domingo se fue agradable con el carrusel (sí, a estas alturas ya habréis adivinado que me gusta más el fútbol que la vida, como dice Ray). Por la noche Los Oscar y el primero para nuestra Penélope. Perfecto. Y me dormí. Al día siguiente madrugaba y me conformé con ver esta noche un resumen de la gala. Y al día siguiente madrugué. Me levanté. Di todo por sentado. Me equivoqué. Cogí el coche tranquilo, seguro de que todo habría salido bien, me puse las gafas de sol, encendí un cigarrillo, y arranqué el motor...Me puse a pensar en las últimas películas que había visto últimamente...

NOMINADAS

SLUMDOG MILLONAIRE , EL LECTOR, EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON

Yo soy de Button. Me fascina esta película. Puedo entender algún contra que le pone alguno, pero ni mucho menos puedo admitir que la tachen de tramposa o de falta de lógica interna. Me parece una película que aprovecha una buena historia para hablar con profundidad sobre el paso del tiempo y, especialmente, sobre la muerte y sobre la adecuación al cambio. En esto último reside para mí la clave de la cinta. De hecho, aunque pueda parecer que en la parte final falte un poco de dramatismo, es precisamente por la lógica del relato. Benjamin es un hombre que ha aprendido a afrontar los cambios de la vida. Me parece, como digo, una película divertida, profunda y emocionante.

El lector me parece una buena película. Toca temas interesantes de manera compleja y llega a emocionar a pesar de pecar de algo de frialdad. Crea polémica porque no recurre a tópicos y porque su historia sobre la culpa y la verguenza da que pensar. Por supuesto, suscribo lo dicho por todos acerca de la maravillosa Kate Winslet. Aún con todo, no acaba de fulminar, y se queda a un par de puntos de ser una película "mayor".

Lo diré desde el principio: no me gusta "Slumdog Millionaire". Evidentemente no me parece mala película, pero si atendemos a ella como posible mejor película del año o como verdadera obra maestra creo que no hay por donde cogerla. Me parece una película vacía, que intenta tratar muchos temas pero todos ellos desde el tópico y la superficialidad. Te lleva a gusto en su ruídoso y colorido tren pero no apunta ni a la cabeza ni al corazón, tan sólo a la visión.

LA DUDA

Tampoco me gustó esta. Al igual que "Slumdog..." (aunque de maneras totalmente distintas) es una película que se ve bien y que tiene cosas, como mínimo, apreciables. Ahora bien, creo que es una peli bastante hueca, con unos personajes de los que sólo vemos sus reflejos ya que nunca entramos del todo en ellos; y una cinta tramposa ya que crea "la duda" en el espectador a través de la falta de respuestas no de la complejidad de ellas (al contrario de lo que ocurre en El Lector). Por cierto: sobreactuada y recargada Meryl Streep.

OLVIDADAS

También me gustaría decir que las siguientes películas me parece que fueron injustamente maltratadas (o directamente olvidadas) en los premios de anoche:

WALL-E, MY BLUEBERRY NIGHTS, ANTES QUE EL DIABLO SEPA QUE HAS MUERTO, REVOLUTIONAY ROAD, EL CABALLERO OSCURO.

Todas ellas me parece que están al nivel de Slumdog...cuando no por encima.

DESFASADAS

También me gustaría decir que vi LOS FALSIFICADORES que no la había visto y me pareció una buena película.

Y de repente una noticia de la radio me sacó de mi análisis y me devolvío a la realidad. Sean Penn había ganado el Oscar a mejor actor. No podía ser. Di todo por sentado. Me equivoqué. Y ya no pude quitarme una pregunta de la cabeza: ¿Cómo estará el corazón roto de Mickey?

PD1: Como ya sabréis todos a estas alturas, "Slumdog..."fue la vencedora de la noche, pasando así, a engrosar la lista de películas ganadoras menores que todo el mundo olvidará en un par de meses.

PD2: ¡Enhorabuena Pé!

sábado, 14 de febrero de 2009

The Curious Case of Benjamin Button or How I Learned to Stop Worrying and Love 2009 Films




Lo primero de todo sería pedir perdón por el retraso en esta entrada, ha sido una semana bastante curiosa. De hecho me siento ahora frente la hoja en blanco sin un tema claro sobre el que escribir. Así que mirando el calendario parece que hablar de los Oscar es lo que toca, o al menos es apropiado.

Esto no será un mero repaso por las diferentes nominaciones, más bien será un repaso por lo que nos ha dejado este año. Un año que considero magnifico en calidad de películas. En todos los aspectos este año puede ser considerado de los mejores, tanto en la calidad de las historias contadas como en la forma fílmica de cada película.

De entre todas las nominadas a los premios dos se alzan como protagonistas. Por un lado tenemos "The Curious Case of Benjamin Button", una historia con un fondo maravilloso y que hace soñar en cada fotograma. La historia es simplemente genial, y la forma y plasticidad de sus imágenes recuerdan a esos cuentos de hadas que nos contaban cuando éramos pequeños. Es un tipo de historia que siempre gustan, es la magia propia de la baja fantasía. Como dijo G.K. Chesterton, "los cuentos de hadas son más que verídicos. No porque nos digan que los dragones existen, sino porque nos dicen que a los dragones se les puede vencer". De la misma forma, el "joven" Button nos muestra una historia de la que se pueden sacar infinidad de enseñanzas, pero que es mejor llegar a ellas por uno mismo.

La otra gran protagonista de este año es la propuesta más "inde": "Slumdog Millionaire". Otra gran historia contada de una forma encomiable. La trama avanza de manera fluida y mantiene en tensión al espectador en todo momento. Contando con pequeñas pinceladas una vida llena de drama, pero que hace sonreír al espectador en numerosas ocasiones. Es una historia que abre los ojos sobre el sufrimiento y las enseñanzas que se pueden sacar de él. Personalmente no se si quedarme con la historia de Benjamin o con este entrañable millonario.

Pero lo mejor y mas reseñable de este año, es que si quitásemos a las dos grandes favoritas, aun nos quedaría un buen numero de películas muy recomendables. Entre ellas estaría la escasamente nominada "Revolutionary Road", que cimienta todo el peso de la trama en dos actores más que consagrados como son Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, que simplemente llenan la pantalla de emoción en cada escena. También tenemos otra cinta maravillosa, esta vez de animación, como es Wall-e, que bebe de los grandes clásicos y se merece toda la admiración. Los primeros 40 minutos de la película, sin prácticamente nada de dialogo, son una clase magistral de narrativa fílmica.

Personalmente me sorprendieron gratamente dos películas: "Happy-Go-Lucky" y "Milk". La primera nominada muy justamente a mejor guión original, narrando una historia con tintes dramáticos de una forma elaborada y rozando en momentos la comedia mas positivista. La mezcla de drama y comedia es impresionante y la creación de personajes es mas inmejorable, desde la protagonista (Poppy - interpretada por Sally Hawkins) al genial profesor de autoescuela (Scott - interpretado por Eddie Marsan). En cuanto a "Milk" poco hay que decir que no se haya dicho ya. La interpretación de Sean Penn es impresionante, cargando sobre su espalda todo el peso de la película. La pelicula es sinceramente buena, con un tratamiento de la imagen muy conseguido.

Zeo: You can't make everyone happy.
Poppy: There's no harm in trying that Zoe, is there?
- Happy-Go-Lucky

domingo, 8 de febrero de 2009

Camino, historia de un trayecto


Es sabido que aquello que es capaz de llevarnos a otro lugar, nunca forma parte del sitio al que nos dirigimos. Sólo se trata de un espacio de tránsito en el que, probablemente, suceden cosas inesperadas fuera de toda predicción. Una vía, de ida y vuelta a un lugar, casi siempre, desconocido. Todo aquello que se dibuja desde las ventanas de un automóvil ardiendo a la sombra de un verano, arropado por la lluvia de un invierno, floreciente por la inercia de una primavera que crece alrededor, y que muere, irremediablemente, en un gris otoño. Y son esos dibujos, los que forman la distancia entre dos puntos alejados, más allá de una mirada. Esos son los caminos que habitualmente nos toca recorrer, más fugaces unas veces, pero siempre contando los pasos.

Y es eso lo que nos propone Javier Fesser. Un camino. Un viaje. Una distancia. Unos sentimientos unidos entre sí por esa lejanía que debe ser recorrida. Así es “Camino”. Así son los caminos.

Comenzamos la película por el final del trayecto. Como comenzamos los viajes. En el punto más alejado de nuestra situación actual. ¿Por qué empeñarse en conocer lo que aún no se ha visto? Preparar el viaje, el primer paso del camino. Se intenta conocer todo aquello que es desconocido, para cuando se llegue, no sentirse tan perdido. Y ese es el momento que nos presenta el director de la película, haciéndote partícipe de aquello a lo que te diriges, aún sabiendo qué nos espera en la meta. ¿Pero todo esto es importante? Realmente lo es, porque de lo contrario, si no entiendes porqué vas, no entenderás el por dónde has ido.

Momentos de desgarradora realidad conviven con otros, de una fantasía, de cuento de hadas. Todo ello mediado por la mano de unos padres que mucho tienen que decir durante las casi dos horas de la película. Unas figuras paternas encarnadas por un sentimiento puramente antagónico, pero que armonizan a la perfección durante todo el tiempo en el que, cada uno de ellos, busca su mejor versión. Hasta aquí, la realidad, la madurez, el enfrentamiento social con la vida, ahora, la fantasía. Y tiene nombre de mujer y edad de jovencita. La absoluta protagonista de la obra. El motor que da vida a esta distancia. Lo único coherente que puede acercarnos más a dos puntos tan distantes. La vida y la muerte.

Camino es la historia de ese recorrido. De ese sentimiento de viajar sin tener mucha prisa por llegar. De disfrutar del paisaje, de mirar por la ventana, de imaginarse qué nos encontraremos al llegar allí y del irremediable sentimiento de que, algún día, tendremos que desandar esos pasos.

El trayecto ya fue recorrido, pero aún tienen una ocasión para poder repetirlo. Gracias a su triunfo en los Goya el reestreno de la película puede hacer que volvamos, aunque sea una vez
más, al lugar donde no debiéramos tratar de volver.
8 - II - 2009
David Orea: Buscando una vereda...

martes, 3 de febrero de 2009

Tronc Ovest


Escribe: Roberto


Podría hablar de muchas cosas.

Podría hablar de aeropuertos y de aviones. De retrasos. De no saber si llegas pronto o tarde o si en tu tarjeta de embarque está la clave de tus sueños o de tus pesadillas. Podría hablar de tipos que bailan salsa en las salas de espera y que hacen reír a las muchachas japonesas. O de chicas gordas que sacan su cuaderno y pintan los rostros de los viajeros.

Podría hablar de una ciudad llamada Florencia, con gigantes perfectos y milagrosos como palomas que aparecen congeladas en las fotos. Podría hablar del Neorrealismo Italiano y de "Arroz Amargo" que me enseñó a Silvana Mangano y a Vittorio Gassman . O de tipos solitarios que desde un pasillo de un lúgubre hospital hablan de cúpulas imposibles.

Podría hablar de trenes italianos y de las montañas que se ven desde sus ventanillas. O de los ojos verdes de una española y el salitre en su mirada que mira las montañas que se ven desde las ventanillas. Podría hablar de montañas rusas. O de despedidas en las puerta de los cines que hacen que te guste la lluvia sólo porque estás convencido de tener paraguas.

Podría hablar de un pueblo llamado Lucca y de Puccini. De murallas oscuras y lluviosas. De gaditanos guitarristas que encienden besos con la chispa adecuada. Del calor de tu cuerpo en la cama. Podría recomendaros el vodka con fresa y las focacce de jamón york, queso y champiñones. O que vayáis a tomaros una coca-cola mirando al río.

Podría irme atrás y hablar y hablar bien de Revolutionary Road y sus grandes actores. O de “El Truco del Manco” y volver al debate de la realidad y de la vida. O irme adelante y valorar una buena gala de los Goya. O volver al tiempo preciso y hablar de ferias de discos y de halcones ingleses y viajes a Darjeeling. O contaros detalladamente cómo es pasear sobre el río con la chica del puente.

Podría hablar muchas cosas y no hablar de nada y mear fuera del blog al no hablar de lo que hay que hablar, de cine. Pero, ¿acaso no hay que vivir para contar?