viernes, 25 de diciembre de 2009

The Sopranos - Don't stop believing

Escribe: Roberto

Pocas, muy pocas veces una película ha conseguido tanto. Muy pocas veces, el último minuto de una película me ha dejado tan trastocado, tan hipnotizado, tan cautivado, tan perdido… Muy pocas veces una película ha conseguido que me quede días dándole vueltas y vueltas al asunto, como si de pronto fuera consciente de haber presenciado algo inmenso, intangible pero que podemos tocar con la punta de los dedos.

Y es que, en realidad, todo esto no lo ha conseguido una película, sino una serie de televisión. Mejor dicho, "la serie de televisión". Pero como dice Carlos Boyero, esa joya de la HBO creada por David Chase llamada Los Soprano es, en realidad, una película de 4300 minutos. Él incluso asegura que es una de las 10 mejores películas de la historia. Yo no voy a entrar en listas esta vez. Sólo diré que sin duda Los Soprano es verdadero Cine, en letras mayúsculas.

Al presenciar el último episodio de esta familia que ha acompañado a la mía durante tantos años me he quedado vacío, aunque, por otra parte, sé que algo se ha quedado dentro de mí y que ya no se irá nunca.

Como una buena novela, como una mala chica.

Que nadie se confunda, no estamos hablando una simple serie de mafiosos. Es una obra mayor sobre América. Sobre la violencia, la complejidad del ser humano, el matrimonio, la paternidad, los lazos sentimentales, las raíces, el poder, el amor y, por encima de todo, la familia. Sobre esas personas unidas por lazos de sangre que conviven bajo un mismo techo y que pasan las Navidades juntos.

Ver Los Soprano no es cualquier cosa, es una experiencia única e irrepetible. Por supuesto, no desvelaré nada sobre el final que ha sido tan controvertido. Sólo diré que me ha parecido un cierre magistral para esta obra de arte. La última temporada contiene nueve capítulos, nueve obras maestras. La última escena, es más emocionante que el 90 por ciento de películas que podemos ver en los cines.

Supongo que vosotros también lo necesitáis… O quizá no, quizás tengáis suficientes paraguas en la vida real como para no mojaros cuando llueve. Pero me temo que no. Me temo que, como a todos, a veces se os rompen las malditas varillas. No os preocupéis, conozco un refugio en el que te puedes quedar siempre que quieras. Allí no llueve, ni cobran entrada.

Pasad adentro, poneos cómodos.

Allí veréis al boss Tony Soprano. Si está de buenas os llevará al Bada Bing a ver a las chicas, si está de malas os volará la tapa de los sesos; pero no le tengais miedo si le tenéis respeto. A su lado estará Carmela, si os mira con mala cara hacedle un buen regalo, os dará el mejor provolone italiano. Si queréis gente más joven iros con A.J. a su coche, habrá un disco de Bob Dylan. Si Meadow aún no ha llegado tened paciencia, que es buena chica, aunque para aparcar necesite tres intentos.

Os esperan noches legendarias a su lado. Si nunca habéis entrado estarán encantados de recibiros. Si como yo, ya habéis estado por allí, siempre tendréis una puerta abierta y siempre la querréis volver a abrir.

Si es de noche (los refugios se suelen necesitar cuando ya se ha puesto el sol ahí fuera) y no véis con claridad, agudizad el oido, estará sonando Don't stop believing, de Journey.

Joder, muchachos, se os van a poner los pelos de punta, ya lo veréis.

Eso sí (no les contéis que os lo he dicho, este tema les pone un poco nerviosos), tened cuidado, porque en ese refugio, como en todos lados, las cosas llegan de repente y ni si quiera las oyes cuando pasan.

Ah, y si no habéis cenado y queréis picar algo pedid aros de cebolla.

Tienen los mejores del Estado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

friends forever!!!!!!!!!!! UUUU

Desencantado dijo...

...

Aluchense dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Aluchense dijo...

Lo dices y no lo dices. No creo que haya nada calificable de spoiler, así que está bien como está.

Joder tío, la próxima en el Foster nos pedimos una buena ración de aros de cebolla. Esperemos que nadie nos aguarde en el baño cuando Pablo entre por la puerta.

Irene OP dijo...

Me ha encantado... Y gracias por leer el post de Cool Fiction! Grande, Tony!