lunes, 18 de mayo de 2009

"Te veré surfear de nuevo, con tu traje de sirena y tu tabla plateada"

lalala
Título: Iván Ferreiro. Foto: Fuente de los sufistas en La Coruña, extraida de http://picasaweb.google.com/

Escribe: Roberto (entrada 18 en el 18 de Mayo de 2009).

Todos hemos dicho alguna vez: “es que no estoy preparado para esto”, sin entender que la vida es un soldado que antes de preguntar dispara. Como esperando que las cosas antes de pasar nos llamaran a la puerta y nos permitieran observarlas por la mirilla y decidir si las abrimos o no. Sin querer comprender que la vida no nos permite vivir sin haber roto antes 4 ó 5 mapas.

La vida es como nuestro vecino de al lado, la mayoría el tiempo hace sus cosas y nos deja a nosotros tranquilos, pero a veces se planta en nuestra propia casa. Con suerte será una vecina guapa que nos pide sal, con mala pata será el pesado del B que nos advierte de que hay goteras.

Nadie está preparado para nada. No lo estaba Calamaro para ser un chico abandonado, ni Rick para volverse a encontrar con Irma en su bar de Casablanca. Pero Calamaro se quedó solo e Irma llegó…y se volvió a marchar.

Y a veces debemos dejar de pensar en la vida y vivir un poco. No pasarnos el día pensando en cómo era todo antes, si no en cómo puede ser ahora. Dejar de ser surfistas pensando en aquella ola que alguna vez cogimos pero que ya no va a volver. Dándole vueltas a la ola pasada, mientras las olas llegan y llegan a romper en la orilla. Sin ver que la espuma que ahora nos recorre los dedos ya no es la de aquella sino la de éstas. Y sin percatarse de que aunque cada ola es diferente, todas están hechas por el mismo agua y que, por lo tanto, la ola puede volver en cualquier momento, quizás con menos sal o con algas o con peces que antes no estaban, pero la ola volverá a la orilla como Irma vuelve al bar de Casablanca…para volverse a marchar.

Fuimos chicos fuertes. "Caminamos por colinas de cebollas y metal", pasamos arenas movedizas, "corrimos por Madrid detrás de algún balón", hicimos el amor en las aceras. Y lo seguimos siendo, más viejos ya, pero aún tan infinitamente jóvenes como para morir cada día y volver a nacer, con muchísimas más olas y algas y peces aún en nuestro futuro que en nuestra corta biografía marítima.

La mayoría de nuestros problemas tienen literatura. La mayoría del tiempo nos lo pasamos pensando en problemas hermosos y literarios. Una chica que se fue, un sueño que no salió del todo, un amigo que nos falló. Pero hay gente con problemas realmente serios y sin nada de literatura.

A nosotros también nos llegarán los problemas auténticos pero, de momento, todo va a ir bien (te lo prometo).

Es momento, por tanto, de que Sam la vuelva a tocar, de buscar nuevas colinas y nuevas arenas, de quitarte otra vez el tanga en una acera.

De volver a correr por Madrid. Esta vez el balón, lo pongo yo.

PD1: Un recuerdo para Antonio Vega y para Mario Benedetti, dos surfistas que hicieron literatura de problemas que en absoluto la tenían.
PD2: Para compensar lo poco que estoy hablando de cine últimamente, una recomendación: la filmografía de Wong Kar-Wai, emocionante, reflexivo y maravilloso director chino.
PD3: A quien le interese hay un reltillo que habla sobre estas cosas, de cómo un ratón busca un nuevo queso:

http://personal.telefonica.terra.es/web/ideasmuertas/relatos/donde%20est%E1%20mi%20queso.htm

2 comentarios:

Unknown dijo...

Este post me roza, está muy cerca y tiene un olor muy familiar. Últimamente vivo la vida más de lo que pienso en ella, soy más feliz. Hagan la prueba, tóquenla de nuevo.

Un buen retrato de la cara A de la vida, camarada Roberto.

Saludos

Doacon dijo...

Es viernes. Viernes de ceniza. De esa que indica que algo se ha ido consumiendo poco a poco. De esa que habla de algo que muriço. De esa, que revela al caer, que todo lo que nace junto, alguna vez, quizás en el final del camino, termina separándose.

Continuaré rellenando el cenicero, al menos, allí, la ceniza permanecerá unida...

Un saludo a todos los blogeros.