tag:blogger.com,1999:blog-67631741373317727872024-03-12T21:36:57.313-07:00El DesencantoDesencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.comBlogger37125tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-817031191640857892012-02-01T07:28:00.000-08:002012-02-01T07:36:38.845-08:00Los mejores ratos: Nuevo blog<span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(85, 85, 85); line-height: 22px; font-size:13px;">Los mejores ratos son aquéllos vividos en las películas, sobre todo. Y en los libros. Y en el fútbol. En los mundos temporales.<div><div><div><p>Este blog habla sobre ellos y, especialmente, sobre cómo están escritos.</p><p><em>La arena, la mesa de naipes, el círculo mágico, el templo, el escenario, la pantalla, la pista de tenis, el tribunal de justicia son todos, en su forma y en su función, terrenos de juego, esto es: lugares prohibidos, aislados, vallados, consagrados, en los que prevalecen reglas especiales. Todos ellos son mundos temporales dentro del mundo ordinario, dedicados a la representación de un acto aparte.</em></p></div></div></div><div><div><div><p>Johan Huizinga, Homo Ludens.</p><p>http://losmejoresratos.wordpress.com/</p></div></div></div></span></span>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-48329067367738379392011-03-25T05:12:00.000-07:002011-03-25T05:21:42.435-07:00Escríbela otra vez, Woody<span style="color: rgb(255, 255, 255);">espacio</span><br />Nuevo blog donde escribo de vez en cuando:<br /><br /><a href="http://www.escribelaotravezwoody.blogspot.com/">www.escribelaotravezwoody.blogspot.com</a><br /><br />Roberto.Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-62123124961071565162010-12-22T05:11:00.000-08:002010-12-22T05:15:54.844-08:00Macanudo - Liniers<span style="color:#ffffff;"></span><br /><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 340px; DISPLAY: block; HEIGHT: 153px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5553493818624569650" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0xUo5truvTNi8i01jwfrgINsyPvWP9jPAeconZ1_HS4sLZKekkLxdeuih0IQUR7H8V6HW-31QnyS2lqkqC20VwGU8a0623qw3GuVw07k48kEaFExeHS0_ScoUxUmVlkSevCuf8Lja2-0/s320/Reyes+Magos.jpg" />Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-79931100241233892532010-07-13T10:50:00.000-07:002010-07-13T10:54:47.663-07:00España Campeona del Mundo<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQrz1ybofc-1Pf_9l0fycrnCbnZ1j9zrLvYUypwPyXQzmLMdr1qEQDkswa4UG5ZYKiagUmLoH2xtAye0dRNGI0ORYYzDapRvc9Iy-B9YpMBXUV9IZUAdixZI2EXULbuqPg5-pVe174-9k/s1600/espa%C3%B1a.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 192px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQrz1ybofc-1Pf_9l0fycrnCbnZ1j9zrLvYUypwPyXQzmLMdr1qEQDkswa4UG5ZYKiagUmLoH2xtAye0dRNGI0ORYYzDapRvc9Iy-B9YpMBXUV9IZUAdixZI2EXULbuqPg5-pVe174-9k/s320/espa%C3%B1a.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5493450001896446866" border="0" /></a><br /><div style="text-align: center;">Quizás en unos dias alguno de los integrantes del desencanto realice una entrada sobre este tema o quizás no. Aun así, desde aqui, mi más sentidas felicitaciones a todos (afición incluida) por demostrar, entre todos, lo grande que puede ser este deporte.<br /></div>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-20813509632552831002010-04-30T05:18:00.000-07:002010-06-22T11:26:29.915-07:00Películas<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfeyDHty0h1FLBiq1vxW6yEpzdeo3Wh0WmEL0tuviW2pLKJ2RUHmC44215ySFvULJy_o3Vh3nH10rg8swRdlgWrEF4ZTQiRsi9ddi56FIWACP5DQfeaNLtZykf3CW6gUsjMSRqvkGwCYw/s1600/the_ghost09.jpg"></a><span style="font-size:78%;"></span><br /><span style="font-size:78%;"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 210px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5466008075251398322" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfeyDHty0h1FLBiq1vxW6yEpzdeo3Wh0WmEL0tuviW2pLKJ2RUHmC44215ySFvULJy_o3Vh3nH10rg8swRdlgWrEF4ZTQiRsi9ddi56FIWACP5DQfeaNLtZykf3CW6gUsjMSRqvkGwCYw/s320/the_ghost09.jpg" /></span><br /><span style="font-size:78%;">Foto: El Escritor. Extraída de </span><a href="http://www.aceshowbiz.com/"><span style="font-size:78%;">http://www.aceshowbiz.com/</span></a><span style="font-size:78%;"><br /><br /></span>Escribe: Roberto.<br /><br />Cualquier cosa insignificante de lo propio duele más que lo más grande de lo ajeno. Salvo algunas personas extraordinarias, los demás atendemos al telediario mientras pensamos en nuestras cosas. Eso lo sabemos todos. Esa chica, esa Oposición, ese pequeño dolor que nos asusta, nos preocupa más que la maldita situación de Oriente Próximo. Los terremotos de otros países no mueven un ápice nuestros cimientos. Lo demás sólo interesa cuando no tenemos nada mejor en qué pensar, y entonces sí, entonces nos preocupamos y atendemos, hacemos y deshacemos, suspiramos y nos lamentamos por todos esos asuntos que de tan comunes nos son lejanos. Por puro descanso, por entretenimiento.<br /><br />Así son las cosas y no hay porqué culparnos. Nuestra vida es nuestra y nadie nos puede negar que destinemos los oídos al mundo pero los ojos al espejo. Aunque nada de lo humano nos deba ser ajeno, lo cierto es que preferimos tener paraguas a que deje de llover. Y así, nosotros y los nuestros formamos el tronco del maldito árbol de nuestros desvelos. Por eso se profesionaliza la solidaridad y la política, la medicina y la religión, el circo, y la prostitución. Porque hace falta vocación y casi siempre sueldo para pensar en los demás. Aunque sólo sea un ratito al día.<br /><br />Aunque luego los payasos lloren, los curas pequen y las putas sueñen en secreto con un trabajo de oficina; no se puede eludir la magnitud de su existencia.<br /><br />Es inconmensurable el tamaño de lo propio. Nadie puede negar que la visión de nuestra muerte aterre infinitamente más que la visión diaria de las muertes ajenas; ni que el divorcio del vecino sea una bobada que no resiste comparación con la extrañeza de no tener, esta noche, el olor de su cuello en los bordes de la almohada.<br /><br />Por eso nos gustan las películas, porque se confunde lo propio con lo ajeno, porque, nos parece, al fin, que otro se ha preocupado de lo nuestro.<br /><br /><br /><strong>El escritor (Roman Polanski) -</strong> El primer acto, mientras acompañamos al tipo al centro del misterio, es prodigioso. Después se para todo un poco, pero recupera el pulso en la última parte. Está filmada con elegancia pero con firmeza y escrita con agilidad y precisión. Maravillosas localizaciones. Buena planificación. El reparto está sobresaliente, especialmente McGregor, en un personaje de gracioso antihéroe, escéptico y contemplativo, que se mueve en la inacción hasta encontrarse dentro del laberinto. Estamos, por tanto, aún con algún pequeño desliz sobre todo en la parte media de la cinta, ante una buena y sugerente película.<br /><br /><strong>Un hombre soltero (Tom Ford) –</strong> Aunque habla sobre la falta de un ser querido y la soledad que conlleva, el tema principal es la belleza. Y de belleza pretende estar llena la película. Pero es una belleza vacía. La película está tan dibujada que le faltan las entrañas. Falla en lo cómico y en lo dramático. No angustia, ni emociona, ni conmueve. Además, el final, me parece ligeramente indecente.<br /><br /><strong>Los hombres que miraban fijamente a las cabras (Grant Heslov) –</strong> Durante la primera hora se sigue con interés, después se desmorona sin remedio. No sabe cómo acabarse y, lo que es peor, nunca sabe si tomarse en serio a sí misma y a sus personajes. Insustancial y olvidable en todos los aspectos.<br /><br /><strong>La cinta blanca (Michael Haneke) -</strong> Como ya ha dicho todo el mundo a estas alturas, La cinta blanca es una gran película. Un tipo listo este Haneke. Para que nos entretengamos, nos pone como cebo un relato con whodonit incluido y, mientras, nos retrata con dureza el silencio que antecede a toda explosión. El final de esta película lo rodó La Historia.<br /><br /><strong>After (Alberto Rodríguez) -</strong> Curiosa, sorprendente, imperfecta y perturbadora película. Lo que más destaca es su negritud, su pesimismo, su desilusión; quizás, incluso, se eche de menos un poco de confianza en sus personajes. Aunque es algo torpe e irregular en ocasiones, After, es una película atrayente en su forma y cautivadora en su fondo.<br /><br /><strong>Celda 211 (Daniel Monzón) -</strong> El éxito de esta película consiste en combinar la calidad con el valor industrial. Celda 211 es una película española que no renuncia al género y una película de género que no renuncia a lo español. Una película que llena salas, periódicos, arcas y vitrinas. Una película que nos sirve de palmadita en la espalda; que demuestra que nuestro cine puede encontrar a su público o nuestro público a su cine. La cinta funciona como un tiro, aunque se le pueda reprochar que en ese empeño recurra a un giro (el que tiene que ver con el personaje de Marta Etura) a todas luces forzado.<br /><br />Detalles aparte, lo más destacable de Celda 211 es que aporta a nuestro universo cinematográfico algo de lo que está muy necesitado: personajes. Cuando alguien habla del cine español cita a Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar o Alex de la Iglesia, es el Director System; cuando alguien habla de Hollywood se refiere a Rambo, Vito Corleone o Tyler Durden. Ahora, nosotros, tenemos a Malamadre. Y hasta Rambo sudaría tinta china si algún día le tocase compartir celda con él. Luis Tosar ha conseguido meter a este hombre en los programas de imitaciones, en los chascarrillos del bar de la esquina, en la memoria colectiva. Los directores pertenecen al cine, son los personajes los que pertenecen a la gente.<br /><br /><strong>I,m not there (Todd Haynes) -</strong> Pues no, Bob no está, y el espectador tampoco. La cinta contiene varios momentos hermosos y subyugantes pero de Dylan sólo encontramos su reflejo, multiplicado, eso sí, en varias en direcciones distintas, como esa Sala de los Espejos del Parque de Atracciones en la que entrábamos de niños. Y ya sabemos, cada mañana lo pensamos con rabia, que nadie sabe menos de nosotros que nuestro propio espejo. En vez de desnudar al personaje a través de sus diferentes encarnaciones, Todd Haynes lo arropa con las distintas caras del mito. Siempre le mira, nunca le entiende. En esencia, uno sale del cine sabiendo lo mismo de Dylan que cuando entró.<br /><br />El gran problema de la película es la falta de identificación con el protagonista. Se puede pensar que esto se debe a la idea de que cada etapa de Bob Dylan la interprete un actor distinto – especialmente brillantes Cate Blanchet y Heath Ledger-, pero el problema es más profundo, es el hecho de que sólo veamos el resultado de las decisiones de Dylan pero nunca asistamos a su gestación. No hay decisión, sólo consecuencia. Qué pasaba por su cabeza sigue siendo un enigma. Se produce así un extraño fenómeno que podemos bautizar como la identificación secundaria, o más allá, la identificación figurante. Y es que nunca nos ponemos en el pellejo del protagonista, sino en el de las personas que lo redan, en el de los demás. Pero los demás no nos interesan, los demás somos nosotros. Uno no va al cine para mirar a otro, sino para descubrirse en otro; no vas al cine para preguntarte ¿qué hace este tipo?, sino ¿qué haría yo si fuera él? En I’m not there sólo nos podemos preguntar qué habríamos hecho nosotros de haber sido la otra parte; de haber sido el público que espera a su héroe Folk y se encuentra con guitarras eléctricas, o el periodista que debe enfrentarse a un mito genial y lo descubre extraño y enfermo. Y, sobre todo, qué hubiéramos hecho nosotros de haber sido la mujer de Dylan, y aquí necesito irme a otro párrafo.<br /><br />La mujer de Dylan es el mejor personaje de toda la película. Por dos razones, en primer lugar porque no sólo vemos sus acciones, sino que las entendemos, nos podemos poner en su piel, podemos, por un momento, sentir la película además de observarla. Y en segundo lugar, por un nombre y un apellido: Charlotte Gainsbourg.<br /><br />Si los cines cobrasen un euro adicional al precio de la entrada para ver toda película en la que aparezca esta actriz estaría totalmente justificado. Igual que los concesionarios exigen un esfuerzo extra si quieres que tu coche lleve asientos de cuero. Pocas veces se puede ver tanta expresión en una mirada, en una mueca, en unos muslos, en un estarse quieta, en una cara. En una actriz.<br /><br /><strong>Up in the air (Jason Raitman) -</strong> La primera hora de la película se sigue con disfrute e interés, enganchado a sus buenos diálogos, a su cinismo, a su cadencia, a su anormalidad, tanto física y espacial como sentimental, convertida en rutina. En la segunda parte, la mordacidad da paso al buenismo, y el escrutinio preciso y sin ambages, tanto en la deriva personal como en el análisis de su entorno, al conformismo y los lugares comunes. Clooney hace de Clooney, ¿anything else? No, George, así está bien. Vera Farmiga, que ya fue lo mejor de la insoportable Infiltrados, vuelve a estar aquí realmente atractiva, sobre todo desnuda. En fin, una película menor que pierde la apuesta crucial de toda película: la que lanza consigo misma en su propósito inicial.<br /><br /><strong>Shutter Island (Martin Scorsese) - </strong>Shutter Island es una película horrible. Sí, leen bien, horrible. Tiene 20 minutos de cine y dos horas de memez. La cosa no empieza mal: un tipo de los de sombrero y gabardina que vomita en el lavabo de un barco, acompañado de otro agente, se dirige a una extraña isla que alberga un psiquiátrico para enfermos mentales peligrosos. Esto – a pesar de una planificación un tanto caótica- se sigue con el gusto que provoca siempre acompañar a alguien a un lugar misterioso, con la expectativa que genera siempre un lugar en el que no se está, sino al que se va; pero, pasada la curiosidad, la película se convierte en una estúpida montaña rusa de fantasmas inverosímiles, cartón piedra e idioteces varias que no son siquiera estéticamente atractivas y que te alejan de la historia hasta que te importe un carajo lo que le pueda pasar al protagonista, interpretado con solvencia por ese gran actor que es Leonardo di Caprio. Hay que ser muy bueno para no hundirse en el océano con esta película atada al pie como esas bolsas de cemento que anudan los gángsteres a los tobillos de sus víctimas. La prueba, es que el resto del reparto no consigue sobrevivir: un desaprovechadísimo Mark Ruffalo, en un personaje desvaído, que lo único que hace durante toda la cinta es mirar como si sospechase y decir «jefe»; un Ben Kingsley en su enésimo papel extraño e irritante y un Max von Sydow que roza la parodia como jefe del psiquiátrico.<br /><br />El final, con un flashback que no vamos a desvelar, recupera un poco el pulso, ya que se olvida de pretensiones oníricas y se centra en narrar un suceso. Pero la dureza con la que se muestra me resulta injustificable. Si anteriormente a ese momento hubiésemos asistido a una película oscura y profunda en su sordidez, vale; pero que después de dos horas de fantasmitas nos muestren aquello con esa frialdad me pareció irritante e imperdonable.<br /><br />La película me hizo rememorar – por su propósito perturbador y por tener también un final de los llamados cómo-no-me-había-dado-cuenta- «El corazón del ángel», dirigida por Alan Parker y con Mickey Rourke como protagonista. Pero aquella era – y sigue siendo- una película sobria y emocionante, con el tono adecuado, que sabe lo que enseñar y cómo enseñarlo y lo que esconder y cómo esconderlo. Lo contrario a Shutter Island, que se parece más a cualquier obra menor, sin más miras que las comerciales, que pasan por los cines con más pena que gloria; de hecho, me recordó a 1408, una película reciente sobre apariciones fantasmales en un hotel, con John Cusack y Samuel L. Jackson. Aunque, entre las dos se aprecia una diferencia básica: en 1408, todos, los que la hicieron y los que la vimos éramos conscientes de su estupidez; mientras que Shutter Island confía en la nuestra para no darnos cuenta de la suya.<br /><br />Lo mejor de Shutter Island es la corta aparición de esa gran actriz llamada Emily Mortimer – que también aparece en una película que tenía pendiente y que vi hace poco, la original y fallida Lars y una chica de verdad, que, curiosamente, también comparte con Shutter Island a Patricia Clarkson-, cuando ella aparece se llena de luz la pantalla. Pero es, tan sólo, una cerilla fugaz en la oscuridad general de una película mediocre.<br /><br />Mejor será borrar de la memoria las dos últimas películas de Martin y conformarnos con volver a ver Toro Salvaje, Taxi Driver o, sobre todo, esa maravillosa, perturbadora y violenta película llamada La edad de la inocencia.<br /><br /><strong>Avatar (James Cameron) - </strong>Es absurdo decir que han inventado los garbanzos, pero tampoco se puede negar que les haya salido un buen cocido. Avatar es una película de 2 horas y media que se te hace corta, lo cual ya es mucho, quizás lo único que importe. Podemos decir que siendo lo que es, está muy bien; pero qué pena que no haya podido o querido ser otra cosa. Si fuese una película mejor escrita, menos superficial y previsible, no tan manida, pasaría de ser un gran entretenimiento a una verdadera obra maestra. Su historia mete en la Turbomix a Rambo, Alien, Pocahontas, Bailando con lobos, La guerra de las galaxias… y así, fusilando cada una de estas perlas, engarza un collar apreciable y efectivo, pero que no deja de tener, irremediablemente, cierto aroma a sucedáneo.<br /><br />Para muestra ver de nuevo El último mohicano, de Michael Mann - de la que, directamente, copia varias escenas-, una obra maestra en la que todo es de verdad: la emoción, el dolor, el amor, la tolerancia, la violencia, el cine.<br /><br />Incluso lo que podríamos considerar la parte más novedosa y original, la posibilidad de vivir otra vida a través del control de otro cuerpo, está sacada de una novela de Poul Anderson, Call me Joe, «protagonizada por un parapléjico conectado telepáticamente a un álter ego sintético que se mueve y lucha sobre la superficie de Júpiter» (Información extraída de un artículo de Jordi Costa en Cahiers du Cinema – España).<br /><br />La película sufre de algo realmente curioso, funciona mucho mejor lo increíble que lo creíble. Te crees más a los bichos azules de 2 metros y medio que a los humanos. Sobre todo a los dos malos, que de tan caricaturescos e infantiles llegan a irritar. Nadie tan tonto puede ser tan malo. Por pura incapacidad.<br /><br />En el 3D no me detengo porque, de momento, no le concedo más valor que el de la anécdota. La profundidad en una película todavía tiene más que ver con un buen personaje que con una buena cámara. Como escribió Javier Ocaña en El País, las revoluciones en el cine nacen de los artistas, no de los técnicos.<br /><br />En resumen, Avatar es una película divertida, puro cine de aventuras del que disfrutar cuando las luces se apagan, realizado atendiendo, uno a uno, a los mandamientos necesarios para hacer una película comercial, para niños y mayores, de calidad; pero olvida en el camino aspectos fundamentales para llegar a la verdadera emoción y profundidad que nos brinda el gran cine, ya sea de aventuras o no.<br /><br />Eso sí, si algo nos enseña esta película es que nosotros también tenemos un aparato capaz de hacernos vivir otras vidas. Se llama Cine. Esa máquina maravillosa.Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-57844054866083970672010-03-29T04:04:00.000-07:002010-03-29T04:07:49.601-07:00Feliz 1942<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2-npPR01e56osKIstENWjq6RATpWt-70-s910tIGyBju7gj3Lw0n_B9Zmnk8IFAuAA2PjGZnvRq9HvUefob0HiN_kEHmpwN7R4qxH5osYlF2bAW_A6b7yIO3FmuBFG0Qq0pkUkzBZL2g/s1600/cabecera+the+pacific+copia.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 394px; height: 113px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2-npPR01e56osKIstENWjq6RATpWt-70-s910tIGyBju7gj3Lw0n_B9Zmnk8IFAuAA2PjGZnvRq9HvUefob0HiN_kEHmpwN7R4qxH5osYlF2bAW_A6b7yIO3FmuBFG0Qq0pkUkzBZL2g/s320/cabecera+the+pacific+copia.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5454010477449958178" border="0" /></a>
<br /><meta equiv="CONTENT-TYPE" content="text/html; charset=utf-8"><title></title><meta name="GENERATOR" content="OpenOffice.org 2.4 (Win32)"><style type="text/css"> <!-- @page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } --> </style> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Hacia tiempo que no me pasaba por el blog para dejar una entrada, y tampoco voy a justificarme ahora con falsas excusas. Pero lo curioso del asunto es que no ha sido una película lo que me ha hecho volver a las calurosas aguas del desencanto, sino una serie de televisión, la nueva genialidad de HBO: The Pacific.</p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Éramos muchos los fanáticos de Hermanos de Sangre que esperaban con ansia esta nueva entrega, y creo que ninguno se ha podido sentir decepcionado por lo que se esta viendo en la pantalla. The Pacific se trata de “la segunda parte” de Hermanos de Sangre, y pongo segunda parte entre comillas por que no lo es realmente. Solo tiene en común la temática de guerra, pero al contar con el mismo tandem en la producción Steven Spielberg y Tom Hanks y estar bajo el sello HBO, se la considera su sucesora.</p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Esta vez nos embarcamos en la conquista del pacífico, los estados unidos contra el imperio japonés. Quizás ya no veamos los escenarios y las batallas que más conocíamos y que se mostraron en la primera entrega (sobre la reconquista de Europa), pero The Pacific nos mostrara la otra cara de la moneda, lo que ocurría al otro lado del mundo mientras los británicos intentaban aguantar como podían escondidos dentro de los túneles de metro.</p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Con el primer capitulo podemos ver que se conserva el estilo, al comienzo del capitulo un grupo de veteranos cuenta como lo vivieron en sus carnes. Esos cuatro o cinco minutos de documental dan una importantísima veracidad a lo que luego se desarrolla en la ficción. En los dos primeros episodios seguimos a los integrantes de un batallón de marines hacia la batalla de Guadalcanal, en las puertas de Australia. El planteamiento escenico es simplemente impecable, en el segundo episodio somos testigos de un furioso asalto japones a una zona defendida por los americanos en plena noche. Uno de los aspectos que más me gusta de esta serie es que no muestra la guerra como nos tienen acostumbrados en las típicas peliculas americanas, sino que nos muestra todo el sufrimiento y la mierda por la que pasaron los soldados.</p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Quizás no deja de ser una serie sobre sucesos que ya sabemos como van a terminar, pero personalmente me parece una de las mejores opciones para ver en la televisión. Y, aunque solamente se hallan emitido los dos primeros capítulos, la serie promete y mucho. </p>
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<br />Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-91795824781517535782010-02-09T12:29:00.000-08:002010-02-09T12:40:48.573-08:00La carretera, El secreto de Anthony Zimmer y Zombies Party<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjevB-Eiza4gM0qFfq7hyphenhyphen_IfA7R1vGBCGdLo9qNo-qrccYdQ1U9hw2mScd3dxkkKfzijRLHR6tRp7ecH_TvMTwVnQYnPYcoTynBubGN3XwoPGOD7imGGhsqJ4ljOY6cZNZpOlNGjwiljAQ/s1600-h/y1p_jEj4SRLSxvsXPzIURLeKBTpwtXmcQWC2pgLswbiQ3q_zCq6p9qOv6ehQgOaew0IJbWQq_4Qp1I.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5436346419042140450" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 209px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjevB-Eiza4gM0qFfq7hyphenhyphen_IfA7R1vGBCGdLo9qNo-qrccYdQ1U9hw2mScd3dxkkKfzijRLHR6tRp7ecH_TvMTwVnQYnPYcoTynBubGN3XwoPGOD7imGGhsqJ4ljOY6cZNZpOlNGjwiljAQ/s320/y1p_jEj4SRLSxvsXPzIURLeKBTpwtXmcQWC2pgLswbiQ3q_zCq6p9qOv6ehQgOaew0IJbWQq_4Qp1I.jpg" border="0" /></a><br /><div></div><br /><div>Sé que llego tarde. Días, semanas o incluso meses de retraso. Llevaba tiempo sin ver cine. Lo sé, lo sé. No merezco indulgencia. Pero bueno, las películas tienen esas cosas que al final terminan por volverte a atrapar. He aquí un ejemplo del pasado fin de semana. Llevaba tiempo sin pararme unos segundos a recapacitar hacía dónde estaba dirigiendo mi vida (La que tiene que ver con el séptimo arte) no las demás que son muchas y complicadas de digerir y explicar. Retomando el tema, llevaba tiempo sin pararme dos horas (7.200 segundos para plantearse muchas cosas) y ponerme una película. Daba igual si era de Indios, vaqueros, chinos o marcianos... sólo que pensaran por ti un poquito más de la cuenta. Tampoco es mucho pedir después de todo.<br /><br />Para todo ello hemos de golpear al calendario hasta el pasado lunes 1 de febrero. Andaba yo en mi hogar terminado de hacer unos trabajos de los que no me siento excesivamente orgulloso y puse la televisión de la que aún menos orgulloso me hallo. Y voilà como dirían los vecinos francófonos que de mucho tiene que ver esto de lo que estoy hablando. "El secreto de Anthony Zimmer" se revela ante mí. Un tren que vuela sobre sus raíles, Sophie Marceau y el tipo más afortunado del mundo<sup>1</sup> o Yvan Attal que así se llama en la vida real. Un ingenioso y trabajado diálogo y ya tienes una película a la que no tienes intención de soltar. Pero al final... te tienes que marchar a hacer lo que tienes que hacer. Quedó ahí el film. Y no pude ver los créditos finales. Esto empezaba a prometer.<br /><br />Desde aquella hasta el viernes no tuve más contacto con el mundo ese del que les hablamos aquí.<br /><br />Viernes: 5 de febrero. 18:04. Tu nariz abandona el edificio y aletea buscando el aire de la calle. ¿A qué huele? ¿A libertad? no, a condicional bajo fianza... Llamada al móvil y ya tienes plan. Cine a las 22:45. Tu apéndice nasal lo tiene claro: "esta noche no disfrutaré del aroma de la caña de azucar". Y no se equivocó: noche sin ron. Tocaba andar "la carretera". Me habían atrapado por segunda vez y de esta no salía...<br /><br />Dos horas después deshice el camino. Si aún no han ido a ver "The road" es recomendable que no sigan leyendo estas líneas. Si la han visto y les ha gustado, es recomendable que acudan a su médico de cabecera. No quiero ser excesivamente duro con la película porque tampoco creo que merezca ser defenestrada. Vamos por partes:<br /><br />- <strong>Producción:</strong> Impresionante. un trabajo de localización excelente y una muy cuidada utilización de los efectos artificiales (Últimamente parece que todo tiene que volar por los aires y aquí, al menos, no pasa eso.)<br /><br />- <strong>Iluminación y fotografía:</strong> sobresaliente en este aspecto ya que trata de manera soberbia la luz y los encuadres de lugares devastados, cosa que ayuda mucho en este tipo de cine post-apocalíptico.<br /><br />- <strong>Realización:</strong> correcto el director John Hillcoat. Yo no leí el libro pero según conocidos que leyeron la obra de McCarthy ganadora del Pulitzer, el director consigue plasmar la historia de manera fiel.<br /><br />- <strong>Elenco:</strong> Maravillosa actuación de Viggo Mortensen y Kodi Smit-McPhee el joven que acompaña a su padre durante toda la cinta, bastante bien. Charlize Theron lamentablemente aparece muy pocos minutos pero es el leitmotiv de la historia. También aparece de manera aún más breve Robert Duvall.<br /><br />¿Y cómo es que después de que todos los aspectos importantes de la película son más que notables el resultado global tiende a la mediocridad? Muy sencillo. Yo creo en otros Apocalipsis.<br /><br />Al día siguiente y ya en casa. Enciendo el ordenador y encuentro que ya está disponible "El secreto de Anthony Zimmer" en mi ordenador. Decido verla. Y retomar lo que el lunes no acabé. Ojalá me hubiese quedado en ese tren... Lo demás... créanme, sobra. Entretenida, sí, no lo niego, pero nada más. Si tienen 90 minutos, vean un partido de fútbol. O el remake que están rodando en estos momentos con Tom Cruise en el papel de Anthony Zimmer... upss, lo siento... ¿Acaso no era evidente?<br /><br />Ya por la noche, el sábado, uno se ducha y ve las cosas de otra forma. Y casualmente se vuelve a topar con el cine en la televisión mientras un secador inunda con su "suave" susurro la habitación. "Zombies Party".<br /><br />Creo que todo esto bien merece un punto y aparte. Y aquí estamos. Mientras el secador sigue con su monótono cantar, la película va fluyendo y un gag aflora. Humor inglés. Importación de la buena. Comedía. Terror. Romance. Zombies. ¿Qué más pediría Victor Camargo? El secador deja de sonar pero nada me mueve del sofá y quiero más. El minutero sigue contando e hipnotizado no dejo de mirar a la pantalla. Me ha atrapado definitivamente. Me ha divertido. Me ha aterrorizado. Me he enamorado. ¿Qué más pediría cualquiera? Un lunes menos gris...<br /><br /><sup>1</sup><span style="font-size:85%;">Véase a Sophie Marceau y comprenderá de lo que estoy hablando.<br /></span><br />David Orea<br />09-II-2010<br /><br />Qué de pelis... </div>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-20702570686728607412010-01-31T09:04:00.000-08:002010-02-02T04:17:54.013-08:00... Y Dios creó a Guti<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLyVANZtWOAGxsuwK2Mf3yxAJJmmBXkgT-naeCGCDBPsk_780MexLBI76m9qQ9MuPbYYAfl3QR2HTQn1Bmvy2iA6d22JfGBfIqclPe_BBxS09eFlWZranzWzATOsXodUVpi1NU-zRoiQI/s1600-h/20100131dasdaiftb_15.jpg"></a><strong></strong><br /><br /><p align="left"><strong><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5432983946913131250" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 242px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLyVANZtWOAGxsuwK2Mf3yxAJJmmBXkgT-naeCGCDBPsk_780MexLBI76m9qQ9MuPbYYAfl3QR2HTQn1Bmvy2iA6d22JfGBfIqclPe_BBxS09eFlWZranzWzATOsXodUVpi1NU-zRoiQI/s320/20100131dasdaiftb_15.jpg" border="0" /></strong> <span style="font-size:78%;">Foto: As.com</span><br /><strong>Escribe: Roberto</strong><br /><br />«El tacón de Dios», «Tacón de oro», «El mejor pase de la historia». Hoy todos lo dicen, hoy todos alaban al Señor -al Señor Gutiérrez, claro- rendidos ante una evidencia de 14 años culminada en apenas tres segundos, los que distinguen a los grandes de los gigantes, a los jugadores de las leyendas, a Guti del resto.<br /><br />Lo de ayer fue sólo el milagro definitivo de una fe mantenida, como todas las creencias verdaderas, aún con más fuerza cuando todos pretenden quemar la Iglesia en la que aguardan sus devotos. A Guti no le han negado tres veces, sino trescientas. Y lo seguirán haciendo. Pero cada vez quedan menos posibles argumentos para negar tan imposibles milagros.<br /><br />Es cierto que ha sido en parte carpintero de su propia cruz. Como dice Andrés Calamaro en una canción, un <em>Cristo que eligió su propio clavo</em>. Si hubiese tenido el carácter de Raúl o hubiese tardado menos en madurar, Guti habría dejado de ser Guti, tan atractivo para los que necesitamos de mitos, pero habría marcado una época, entrando en el olimpo de los más grandes que ha dado este deporte. Aún así, a pesar de sus puntuales errores y sus impuntuales llegadas de estrella del rock and gol, se le han apuntado delitos jamás cometidos, como al típico sospechoso habitual al que siempre acusan en la rueda de reconocimiento.<br /><br />Le han tachado de irregular, pero es que Guti sube a tan altas cimas que el rasero al que se enfrenta su juicio no es de este mundo; como un saltador de pértiga cuyo éxito en el salto siguiente se mide siempre por la altura de su salto anterior. Si antes decían que tenía un partido malo cuando no daba dos asistencias perfectas, ahora le exigirán que, como mínimo, las dé de espaldas.<br /><br />Más allá de la tontería y mercantilismo del periodismo deportivo, dispuesto a matarte o a resucitarte según le convenga, y de las banales etiquetas de <em>rebelde</em>, de <em>imprevisible</em>, de <em>Curro Romero</em>; lo único cierto es que Guti pasará a la historia como uno de los mejores jugadores del Real Madrid y, por tanto, del fútbol mundial.</p><p>El canterano es uno de los diez jugadores que más partidos ha disputado con la camiseta blanca; lleva 14 años en el club, no sólo jugando, sino siendo imprescindible. A Guti se le deben las dos últimas Ligas conseguidas con Capello y Schuster, en las que ha dado varias lecciones de fútbol contra el Barcelona, contra el Sevilla, contra el Atlético. También fue crucial cuando tuvo que jugar de delantero y anotó 18 goles. Así como ha marcado también en cuartos de final de Copa de Europa contra el Bayern, en la Copa Intercontinental o en la final de la Supercopa de Europa.<br /><br />Durante toda su carrera Guti siempre ha acabado siendo insustituible, a pesar de que trajeran al equipo a los mejores jugadores del mundo. Precisamente, si en algo han coincidido todos ellos, Zinedine Zidane, Ronaldo, Beckham, Cristiano, Kaká, es en señalarle a él cuando les preguntaron por el mejor jugador de la plantilla.<br /><br />Si los miembros de la fe católica tienen la Biblia para rememorar cómo el agua se convirtió en vino o cómo se multiplicaron los panes y los peces; nosotros, fieles del <em>gutismo</em>, tenemos el youtube para revivir una y otra vez cómo lo imposible fue posible gracias a los prodigios de José María Gutiérrez, <em>Guti</em>.<br /><br />Aquí dejo su último milagro hasta el momento.<br /><br />Capítulo Riazor, versículo 14.<br /><br />Podéis ir en paz.<br /><br /><object height="344" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/6LaBdh_ksRs&hl=es_ES&fs=1&"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/6LaBdh_ksRs&hl=es_ES&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object></p>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-10148885245851479282010-01-01T11:41:00.000-08:002010-01-07T05:16:47.220-08:00Arrebato<p><br /><strong><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5421868071991989010" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 235px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjI66XaJb0kTpytQFnwg-zUZDkcS-XFflkiWDjU-ju80jxib9uIN35R079ARMMh-jySn9MkVvT04qSXVzJqsn0xmFpy_pCwUDa1tEGfmKWu5sm53ku7QGDiXW8zo5ISBnd4_2vdBkIYmEQ/s320/Arrebato_1980.jpg" border="0" /></strong></p><p><strong>Escribe: Roberto</strong><br /><br />No hace mucho que vi <em><strong>Arrebato</strong></em>. Una de esas películas a las que te acercas porque encontraste un mapa y soñaste un tesoro. Una película extraña y legendaria. Hace un par de días ha muerto su director, Iván Zulueta, considerado el "director maldito" de nuestro cine. Uno de esos nombres que suenan a ficción, a heroína, a literatura, a leyenda.<br /><br />En los diferentes periódicos nacionales podéis encontrar varios artículos a raíz de su fallecimiento (de Pedro Almodóvar, Alex de la Iglesia...). Yo, por mí parte, os dejo uno publicado en El País el 8 de Mayo de 2005, a propósito de una exposición de fotografías de Zulueta en la Casa Encendida.<br /><br />Este texto, publicado en el libro de Ray Loriga <em>Días aún más extraños</em>, fue el mapa que utilicé yo para llegar a Zulueta, para llegar a <em>Arrebato</em>. Espero que a vosotros también os sirva para soñar un tesoro.<br /><br /><strong>RAY LORIGA<br />Zulueta</strong><br /><br /><em>Se reunían una sola vez y por un único motivo, se llamaban a sí mismos arrebatados. Cada vez que se exhibía Arrebato de Iván Zulueta, algo que no sucedía con frecuencia, aparecían desde las sombras de sus propias vidas, para encontrarse en el hall de un cine de segunda. Los conocí a todos una noche de domingo en el Príncipe Pío, de esto hace ya casi 20 años, y me parecieron vampiros inofensivos. Vampiros que no iban a beber más sangre que la suya. Eran otros tiempos y yo era otra persona. Tenía un solo amigo, José Márquez, que me había iniciado en los misterios de Arrebato, mucho antes de ver la película. La anticipación es tan necesaria para la construcción de una leyenda como la mala memoria.<br /><br />Arrebato era, antes de haberla visto siquiera, el pedazo de celuloide más importante de mi juventud,y ya se sabe que no hay momento en la vida más dado a la importancia. Por supuesto, todo era una pose y por supuesto, todo era condenadamente real al mismo tiempo. Recitábamos los diálogos de memoria, mirábamos los cromos en albumes imaginarios, pasábamos los dedos por las orlas y el tiempo se detenía en un lugar impreciso de la infancia. Bebíamos mucho, dormíamos poco. No sabíamos, ni queríamos saber, nada de la movida, para nosotros, en aquellos días, Iván Zulueta era la única persona en este país en la que se podía confiar. Corríamos por los tejados, cruzábamos la Castellana con los ojos cerrados, queríamos morir jóvenes, pero Dios cuida de los tontos<br /><br />Los arrebatados no tenían mucho que ver unos con otros, seguramente todos tenían trabajos, mujeres, maridos y amigos distintos, pero de cuando en cuando, coincidían en un cine para no ser más que arrebatados.<br /><br />Llegamos pronto, con las luces de la sala aún encendidas y vi como mi amigo saludaba al resto de los espectadores como si se tratase de viejos camaradas. Debía ser el 86 o el 87, y todo el mundo llevaba gafas oscuras.<br /><br />Arrebato no era una película de culto, era la Película y el Culto. No se parecía a nada, estaba hecha de otra cosa. Le daba nombre a algo que no sabíamos que llevábamos dentro. Nuestro amor al cine, sí, pero también algo más. El miedo, el fracaso, la euforia, el tiempo, maleable pero al fin inquebrantable. La muerte. Una película en blanco y negro, que alguna vez fue en color, y otras certezas inexplicables.<br /><br />Iván Zulueta rodó Arrebato en 1979, y después el silencio. Párpados en el 89, para la televisión y miles o cientos de miles de polaroids, imágenes sin atar, sin domar, imágenes que aun no han muerto, como las que pueden verse estos días en la Casa Encendida. Nada más. La pausa. Y mientras tanto...<br /><br />Mientras tanto la pregunta que me hice aquella noche al ver Arrebato por vez primera, nunca dejó de incordiarme: ¿Quién es Iván Zulueta y por qué?<br /><br />Contaba el gran Antonio Gasset que en la sala de montaje, Zulueta reclamaba con frecuencia imágenes que no había rodado. También lloraba el campanero de Tarkowski al escuchar el sonido de su campana, como lloraba Willmore. Como lloramos todos. ¿Quién es Iván Zulueta y por qué? ¿Por qué tanto y por qué tan poco? Según me voy haciendo viejo, la respuesta parece más clara y por tanto, más temible. Zulueta ha pagado el precio de su precoz lucidez. Para seguir en esto, y ni siquiera se muy bien qué es esto, hay que arrastrar un engaño insoportable. La campana no suena, las mejores imágenes no se han rodado, el Madrid no va a ganar la liga, Dios no existe.<br /><br />La lucidez de Zulueta sigue siendo una amenaza para quienes vivimos de nuestra fértil estupidez. Pero es una amenaza amiga y no puedo sino darle las gracias.<br /><br />El cine Príncipe Pío ya no existe, muchos amigos ya no están, guardo una copia de Arrebato en video betamax como si fuera un tesoro, un tesoro que ya no puede abrirse. La vida sigue, mientras tanto.<br /><br />Pasó Zulueta por Madrid con su sorprendente buen aspecto habitual, como un fantasma saludable, con un millón de películas en la cabeza y nada en las manos. Elegante como sólo las leyendas pueden serlo.<br /><br />Muchas cosas han cambiado y apenas reconozco nada de aquellos años como mío, quien cree que su pasado le pertenece se engaña, pero Arrebato sigue en pie. Tan extraña y tan familiar como entonces.<br /><br />Corríamos por los tejados, cruzábamos la Castellana con los ojos cerrados, queríamos morir jóvenes, pero como Dios cuida de los tontos, aquí estamos.<br /></em><br />PD: Imperdonablemente no hablamos en su momento por aquí de la muerte de otro legendario de nuestro cine, <strong>Paul Naschy</strong>. Próximamente intentaremos enmendar el error.<br /><br />Espero que el 2010 sea un año realmente bonito, seguro que sí, por lo menos suena bien. Yo por mí parte ya tengo soñado el tesoro y, esta vez, nos toca a nosotros dibujar el mapa. Confiemos en que Ray tenga razón con eso de que Dios cuida de los tontos.<br /><br />¡Feliz año a todos!</p>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-27557920117225587312009-12-25T15:39:00.000-08:002010-01-01T15:06:27.786-08:00The Sopranos - Don't stop believing<p><strong></strong></p><p><strong><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5419326186559908322" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 139px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho-Co_0_LHi_hB_65zJWTAkNYjnIXT5puwKhwQR2u0RHzu6MPEMxY346J25LE80wBQfC758dtu9b0YlupEJelr4aMThOmHqbrvYD6p42Imv43-ajnQx3KUNCMLJqAH_YV3aMhpJjl-yDQ/s320/w_img_ep86_01.jpg" border="0" /></strong></p><p><strong>Escribe: Roberto<br /></strong></p><p>Pocas, muy pocas veces una película ha conseguido tanto. Muy pocas veces, el último minuto de una película me ha dejado tan trastocado, tan hipnotizado, tan cautivado, tan perdido… Muy pocas veces una película ha conseguido que me quede días dándole vueltas y vueltas al asunto, como si de pronto fuera consciente de haber presenciado algo inmenso, intangible pero que podemos tocar con la punta de los dedos.<br /><br />Y es que, en realidad, todo esto no lo ha conseguido una película, sino una serie de televisión. Mejor dicho, "la serie de televisión". Pero como dice Carlos Boyero, esa joya de la HBO creada por David Chase llamada <strong>Los Soprano</strong> es, en realidad, una película de 4300 minutos. Él incluso asegura que es una de las 10 mejores películas de la historia. Yo no voy a entrar en listas esta vez. Sólo diré que sin duda Los Soprano es verdadero Cine, en letras mayúsculas.<br /><br />Al presenciar el último episodio de esta familia que ha acompañado a la mía durante tantos años me he quedado vacío, aunque, por otra parte, sé que algo se ha quedado dentro de mí y que ya no se irá nunca.<br /><br />Como una buena novela, como una mala chica.<br /><br />Que nadie se confunda, no estamos hablando una simple serie de mafiosos. Es una obra mayor sobre América. Sobre la violencia, la complejidad del ser humano, el matrimonio, la paternidad, los lazos sentimentales, las raíces, el poder, el amor y, por encima de todo, la familia. Sobre esas personas unidas por lazos de sangre que conviven bajo un mismo techo y que pasan las Navidades juntos.<br /><br />Ver Los Soprano no es cualquier cosa, es una experiencia única e irrepetible. Por supuesto, no desvelaré nada sobre el final que ha sido tan controvertido. Sólo diré que me ha parecido un cierre magistral para esta obra de arte. La última temporada contiene nueve capítulos, nueve obras maestras. La última escena, es más emocionante que el 90 por ciento de películas que podemos ver en los cines.<br /><br />Supongo que vosotros también lo necesitáis… O quizá no, quizás tengáis suficientes paraguas en la vida real como para no mojaros cuando llueve. Pero me temo que no. Me temo que, como a todos, a veces se os rompen las malditas varillas. No os preocupéis, conozco un refugio en el que te puedes quedar siempre que quieras. Allí no llueve, ni cobran entrada.<br /><br />Pasad adentro, poneos cómodos.<br /><br />Allí veréis al boss Tony Soprano. Si está de buenas os llevará al Bada Bing a ver a las chicas, si está de malas os volará la tapa de los sesos; pero no le tengais miedo si le tenéis respeto. A su lado estará Carmela, si os mira con mala cara hacedle un buen regalo, os dará el mejor provolone italiano. Si queréis gente más joven iros con A.J. a su coche, habrá un disco de Bob Dylan. Si Meadow aún no ha llegado tened paciencia, que es buena chica, aunque para aparcar necesite tres intentos.<br /><br />Os esperan noches legendarias a su lado. Si nunca habéis entrado estarán encantados de recibiros. Si como yo, ya habéis estado por allí, siempre tendréis una puerta abierta y siempre la querréis volver a abrir.<br /><br />Si es de noche (los refugios se suelen necesitar cuando ya se ha puesto el sol ahí fuera) y no véis con claridad, agudizad el oido, estará sonando <em>Don't stop believing</em>, de Journey. </p>Joder, muchachos, se os van a poner los pelos de punta, ya lo veréis.<br /><br />Eso sí (no les contéis que os lo he dicho, este tema les pone un poco nerviosos), tened cuidado, porque en ese refugio, como en todos lados, las cosas llegan de repente y ni si quiera las oyes cuando pasan.<br /><br />Ah, y si no habéis cenado y queréis picar algo pedid aros de cebolla.<br /><br />Tienen los mejores del Estado.Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-62573075002647111042009-12-23T16:22:00.000-08:002009-12-23T16:30:56.873-08:0025 mujeres... 50 tetas<div></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2EQ7fXrd0rUJ0Kg3j2GPZseu2t-pHA3hrW3F5ul9xJy2VdqxwTpsSPqQCMf4ZlJ1SULabLpKthm6bMtTCIsx0XccLvgg8KNMNy9rB9LkT3GcFSHBjkPsHvrZ7Q-xDcjov8WwH-_p99uU/s1600-h/spanish-movie-14.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5418593197109094578" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 217px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2EQ7fXrd0rUJ0Kg3j2GPZseu2t-pHA3hrW3F5ul9xJy2VdqxwTpsSPqQCMf4ZlJ1SULabLpKthm6bMtTCIsx0XccLvgg8KNMNy9rB9LkT3GcFSHBjkPsHvrZ7Q-xDcjov8WwH-_p99uU/s320/spanish-movie-14.jpg" border="0" /></a><br /><div></div><br /><div>No iba a decir mucho más de todo esto. No es que mi tiempo valga más que eso, ni mucho menos, es tarde pero el sueño y la cama están muy lejos. Pero sé que ahora, que aún tengo en la retina los títulos de crédito que fundieron a negro, puedo contarles lo que un espectador medianamente cuerdo podría decirles: "Siete euros menos y un bolsillo vacío".<br /><br />Una vez me dijo un amigo, que ya no vive muy cerca de aquí, que uno y uno son dos. Que dos, son los senos que porta una mujer y que conviven con ella el resto de su vida si el bisturí lo permite. Que ese par, si son tetas, es una mujer y que veinticinco si son mujeres suman cincuenta. Nunca rebatí tal afirmación. Era lógico, coherente, incluso formal si uno lo piensa dos veces. Al fin y al cabo, sólo nos quedan dos manos. Sin alejarme demasiado del concepto, pidiendo disculpas a desmano por lo que de machista tiene la pura lógica aristotélica, afirmamos que lo claro es claro y lo que no está claro pues no está claro. Si hablamos de gracia, o la tiene porque te toca alguna fibra o definitivamente no la tiene. Creo haber encontrado algo que no la tiene: Spanish Movie.<br /><br />David Orea<br />24-12-2009</div><br /><div>Una des-gracia.</div>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-36148817631117981612009-12-16T05:55:00.000-08:002009-12-16T06:06:58.179-08:00Bacalao y Centollos. Muros y Rejas.<span style="color:#ffffff;">espacio</span><br /><div><strong><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5415834735024826786" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 235px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPpMDtY6F1tVuapJ_VG4aDLUfNh05-hlponqrUoht98fUt_oHVWBg3hFwSkOQXWUVZNPQ7I-65vg0dvBXII8Owbh4AcOLZE7KJ9Y69Ow-vs01B-nn6jaqsmnqKgt_JAS81W42dFbCDgmw/s320/20080118elpepucul_14UlyMartin.jpg" border="0" /></strong></div><div><strong>Escribe: David</strong></div><div></div><br /><div><em>Nota a pie de nada: Si estás agonizando, no te recomiendo que pierdas tu tiempo leyendo esto, no será nunca lo mejor que has leído, si acabas de nacer no aprendas a leer para entender esto, si estás en la adolescencia, emborráchate y pasa de estas líneas pero no te metas en otras más peligrosas. Si ya eres adulto y te preocupa tu hipoteca, tampoco será imprescindible para convencer a tu banco de que te de más tiempo… Si estás atrapado no te dará la llave de nada. Para todos los demás:</em></div><div><br />“El Concepto es el concepto. Y como te digo una cosa te digo la otra”. Sé, que por estas líneas, recibiré críticas por mi crítica. Pero qué le vamos a hacer. Después de meses en el dique seco vuelvo al blog no sin antes pedir disculpas por mi ausencia. Un disco, una mujer y ningún revolver después de todo y por alusiones a Roberto… </div><div><br />El otro día, tuve un accidente, nada grave, no se preocupen. Me estrellé contra el <strong>Airbag</strong> y no pasó nada. Quiero decir y sin utilizar una manida metáfora, que tuve una revelación gracias a aquella película, llamada como el famoso sistema de seguridad y firmada por el mismo Juanma Bajo Ulloa. Voy a serles francos, no he visto nada más de ese señor. No por el sabor de boca que me dejó la cinta estrenada en 1996 y que tuvo una excelente acogida por el público y una exacerbada crítica por parte de los llamados expertos-gurús-cahieristas-cinematocultos-del-séptimos-arte, no, no es por eso, sino porque simple y llanamente no conocía nada más suyo y no hice intención de buscarlo. Ahora y sin el complejo de aquellos años que no son tan lejanos, compruebo como dos de los tabloides más importantes de los medios de comunicación nacional, El Pais y El Mundo, coinciden por primera y última vez en sus contenidos: “mala”. Taxativamente mala según Carlos Boyero (el del poco serio: “El Mundo”) y Ángel Fernández Santos (el del menos serio: “El país”). Y yo, que escribo cuando puedo en este blog (el menos serio de todos, se lo digo en serio), me sumo a la acogida del público general, que se va sonriendo y sin pensar a la salida del cine. Aunque bien es cierto que la he visto en DVD y no hace demasiado tiempo. Y a ustedes qué carajo le importa ahora una película del 1996, ¿verdad? Pues bien, he de decirles que no se equivocan, no tiene absolutamente nada que ver con lo que voy a contar a continuación. Simplemente diré, una vez, más que me divertí mucho con Karra Elejalde, Fernando Guillén Cuervo, Alberto San Juan y, los que para mi gusto, fueron los ejes y pilares de la película: Karlos Arguiñano y Manuel Manquiña. Merluza a la Vasca contra Centollo Gallego: con dos cojones. Creo que ya es mucho decir, a día de hoy, contando que una película te ha hecho reír y olvidar.</div><div><br />Y, como siempre se necesita un nexo con lo siguiente que se va a contar, un hilo de Ariadna que seguir para no perderse en este mal llamado laberinto, que no es más que el caos en el que nos vemos sumidos y el fino abismo que separa una idiotez de una tontería, diré, que lo único en común que tiene lo que he dicho y lo que voy a decir es que juraron la misma bandera. Bajo la patria, también mal llamada España se han parido estos dos filmes. En una esquina Airbag, en la otra, <strong>Celda 211</strong>. Ojalá que el árbitro permita llegar a los puntos… Sino una de las dos caerá malherida.</div><br /><div>Celda 211. Veamos… ¿Puedo empezar por el final? No por el de la película, claro está, eso tendrás que descubrirlo. De hecho, deberías salir de tu hogar en estos momentos y ocupar una butaca del cine. No te la bajes por Dios, no te la bajes…</div><div><br />Pues el final del que te hablo es el comienzo de mi historia al salir de la sala de proyección. Un centro comercial atestado a última hora de domingo deja paso al desconcierto y al silencio de un parking subterráneo. Columnas, luces de fondo, y más columnas de frío hormigón que chocan desde la distancia unas con otras. Recorres la inmensa estancia y convives con el eco de tus pasos y las columnas continúan convergiendo y dibujando extrañas configuraciones en la que unas se esconden detrás de otras y esas otras aparecen y emergen y no dejan de moverse estando quietas. Llego al coche. Y ya dentro arranco el motor y desparezco. He conseguido librar la primera de las puertas. Pero todavía no he salido de la celda. Tengo un problema: me acabo de hacer amigo del carcelero y, créeme, es un mal negocio.</div><div><br />Volviendo al principio, cuando se apagan las luces del cine, acaban los trailers y comienza el rugir de los voraces palomitóvoros, algo empieza a gritar en silencio. El primer plano sobrecogedor de Celda 211, con un público entregado al tétrico zumbido de un altavoz mudo, nos dibuja a un preso ultimando los detalles de su despedida del mundo. Un mechero y un cigarrillo hacen las veces de horca, guillotina y afilado cuchillo. Las venas, autopistas de una sangre envenenada, empiezan a derrumbarse, se abren y todo aquello empieza a derramarse sobre un desvencijado lavabo que recoge lo que su portador anda despreciando desde hace un tiempo. La vida se escapa por una tubería de una cárcel cualquiera y termina enterrada entre los despojos de todos y cada uno de sus habitantes. Allá donde confluye el miedo, las lágrimas, el odio, el pan y las ayunas, los días de vis a vis, y todo ello, bajo la corriente que algún día llegará lejos de las fronteras del muro del presidio. Dije que terminaría de una vez con las metáforas o con la intención de crearlas, pero bueno, para ser más claros, su sangre quedó allí bajo el dominio de una cañería que pronto desembocaría en algo mejor que aquello. Y creo que con eso, ha superado a “2012”, “Luna Nueva” y, aunque me duela, la anterior “Airbag”.</div><div><br />Ni que decir que, después de minuto y medio de secuencia, todo lo demás fue hilándose, maquinalmente hasta convertir esta película (probablemente lo mejor que se ha hecho este año a nivel nacional), en algo digno de ser visto, al menos, una vez. Luego, todo lo demás, la dirección de Daniel Monzón, del que si que buscaré mucho más (no se me ofenda Bajo Ulloa) un auténtico espectáculo de versatilidad y dominio de la escena, los tiempos y la perspectiva del filme.<br />Además de la figura del director, que consigue algo sobradamente exquisito, que es pasar totalmente desapercibido durante la dos horas de metraje sin tomarse ninguna licencia y respetando al cine con mayúsculas y la regla de los clásicos directores del género hay que añadirle el rostro y protagonista a la historia; Mala Madre, interpretado por Luís Tosar. Impresionante. Sin pestañear afirmo que resulta sobrecogedora la interpretación de este gigante que ya nos sorprendió en Los Lunes al sol entre otras.</div><div><br />Carlos Boyero, que curiosamente trabaja ahora para El País, afirma que se trata de “Una de las mejores películas que ha hecho el cine español en mucho tiempo”. Sirva como juez a pie de ring.<br />Poco más he de decir al respecto, id a verla y disfrutar de la libertad entre rejas al menos durante dos horas. Y recordad, que, cuando una reja separa dos límites y a cada lado se encuentra una persona, cada uno de ellos es carcelero...pero, irremediablemente, también se convierte en preso.<br /><br />David Orea Arribas<br />16-12-2009<br />Con la condicional. </div>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-46632341304306336402009-11-29T13:20:00.000-08:002010-01-01T15:07:25.505-08:00El secreto de nuestros ojos<span style="color:#ffffff;">espacio</span><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5409660115670387218" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 225px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIY2xX7a3fj2xYr5_YSb1PTmLA74PZHj7HMZLDH1gCKMdFqB7vDIYyDY6lSRk5dUoTm4CnT2hd8pL1SUjSH88N2ojC0g9QMS-WvsnG4pRIPmWeoTXjXHkjQQjxhcmagXN1Boky5lnGI-Q/s320/el-secreto-de-sus-ojos.jpg" border="0" /><br /><strong>Escribe: Roberto</strong><br /><br />Hay algo fundamental en las películas que he aprendido hace poco: es tan esencial que el protagonista tenga un deseo como que tenga alguna posibilidad de conseguirlo. Es la única manera de que nos identifiquemos con el personaje, de que realicemos el viaje de su lado. Si no, nos quedamos fuera.<br /><br />Es como un partido de fútbol. Si uno de los rivales pierde por 3-0 al minuto 15 el partido está muerto; porque ya no hay inquietud. Es decir, ya no hay nada. Podemos dedicarnos a atender otros aspectos: el buen juego de un equipo, la calidad de un jugador, los cambios del entrenador… pero lo importante, la emoción, la expectativa, ya no existe.<br /><br />Ese es el principal handicap de <strong>“Paranormal Activity”</strong>. Una película escrita y dirigida por el debutante Oren Peli, de escaso presupuesto y que se ha convertido en un fenómeno de masas en todo el mundo. Destaca por una ingeniosa y barata concepción formal, en la que todo lo que vemos es grabado por uno de los dos protagonistas.<br /><br />La película tiene un argumento muy claro: una pareja de jóvenes pijos sospechan que ocurren fenómenos paranormales amenazantes en su mansión mientras están dormidos. El chico tiene una idea: comprar una cámara para poder grabar la habitación mientras duermen y así ver, por la mañana, qué demonios ocurre mientras ellos se entregan al sueño. Bien. El problema es el siguiente: la primera noche ya consiguen lo que se proponían: graban pruebas claras de que algo extraño sucede en casa. El fantasma empieza a mosquearse y de hacer pequeñas travesuras con la puerta pasa a atentar contra los protagonistas. Ahí sería evidente el nuevo deseo de la pareja: quitarse al fantasma de encima. Y una vez que el fantasma se pone todavía más peligroso el deseo debería ser todavía más claro: sobrevivir. Pero no ocurre nada de esto. La pareja espera al fantasma como un joven marido a su suegra en la comida del dmingo: con total resignación.<br /><br />Cada noche los protagonistas dejan la cámara grabando, apagan la luz y se ponen a dormir. Comienzan a sonar efectos de sonido por si hay algún imbécil en la sala que no se da cuenta de que (como cada noche desde que empezó la película) ahora viene el susto. El fantasma llega, hace sus cosas cada vez más peligrosas, ellos se asustan, dicen: “me cago en la leche, este fantasma no nos deja tranquilos”; el chaval (al que en realidad estás deseando que el fantasma lo mate de una vez) le dice algo al espectro del tipo: “te vas a enteras cuando te pille, hijo de puta”, amanece, se lamentan de su suerte, pasa el día y…. ¡¡¡¡se vuelven a dormir!!!! Con dos cojones.<br /><br />Es decir, no hacen nada para intentar escapar del fantasma, o atacarlo, o algo. Nada. Y el espectador los mira desde fuera sin conexón emocional alguna, porque no hay identificación, porque no hay expectativa. La película la domina el fantasma y lo único que le queda a los personajes y a nosotros mismos es esperar el susto y ponernos a dormir de nuevo.<br /><br />Como he dicho antes, si esto fuera un partido y viendo que la emoción está perdida, comenzarías a atender otros detalles. En algunas películas que también sufren esta falta de identificación (en ocasiones justificadas porque premeditadamente juegan a ese juego), hay otros elementos que hacen que la cosa, aunque sea fría, al menos merezca en algo la pena. La música, la fotografía, los actores… algo. Pero aquí no hay nada a lo que mirar mientras la ves. Sólo una sarta de estupidez y sinsentidos que no merece la pena detallar (destaca la absolutamente ridícula escena del crucifijo para propiciar el previsible final).<br /><br />Por otra parte, la idea de grabar todo desde la cámara del protagonista pronto se descubre artificiosa y boba. En este sentido y, por cercanía temática y temporal, podríamos hablar de REC. Una película eficaz, muy bien realizada, emocionante dentro de sus limitaciones (de los que la propia película es consciente) y que consigue lo que se propone: ser, ni más ni menos, una buena película dentro del género.<br /><br />No entiendo como "Paranormal Activity" ha funcionado tan bien y, aún menos, como algunos críticos la han ponderado de forma considerablemente positivia. En mi opinión, la película demuestra que la conexión con el espectador depende más de un buen guión que de una cámara subjetiva que no deja de moverse.<br /><br />Para acabar quisiera referirme escuetamente a otras películas que he visto últimamente y que sí merecen la pena.<br /><br />La primera de ellas (aún en cartel) es la última del director argentino Juan José Campanella (“El hijo de la novia”, “El mismo amor la misma lluvia”). <strong>“El secreto de sus ojos”</strong> es una película estupenda. Una obra realmente importante, de las que dejan huella. Está llena de verdad, de moral, de oscuridad, de actores, de personajes, de humanidad, de cine. Posee un guión maravilloso y una realización espectacular (ojo al impresionante plano secuencia en el campo de fútbol). Y tiene uno de los mejores finales que he visto en mucho tiempo. Una obra mayor que se disfruta mientras se ve y que crece en la memoria con el paso de los días.<br /><br />¿Por qué me he dedicado a hablar de lo mala que es Paranormal Activity en vez de hablar de lo buena que es "El secreto de sus ojos"? Supongo que porque todo lo que tengo que decir sobre ella cabe en un consejo: id a verla.<br /><br />Por último, otra película a la que me gustaría referirme es “<strong>Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto”,</strong> de Gary Fleder. Es una película de gángsteres de 1996. La cinta tiene grandes lagunas en la historia que son las culpables de que no sea recordada como una película realmente valiosa. Pero a mí me ha gustado mucho verla por distintas razones. Por su tono, por su frescura, por su poesía, por su galería de personajes perdedores, por sus actores (Andy García en uno de sus mejores papeles, Christopher Walken encarnando a un villano memorable, Steve Buscemi como un extraño asesino a sueldo) y por un ángel que sobrevuela el filme llamado Gabrielle Answer.<br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5409660278483888978" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 212px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmosJCONkVxmbVxLp2GLWlQIHtj1smSohi5cShIPatVAlOW-SZ6R9407OuaH0lVCtVLbGgZKtf5SbHL_pOS_eOHLPMiOqERvS9ckVBMBq11PomIltZrN-T69kE2SkChlQd0LWFoGBM2fQ/s320/gabrielle_anwar2.jpg" border="0" /><br />PD: Escribo estas líneas huyendo de los programas deportivos tras la derrota del Madrid en Barcelona. Hemos perdido a pesar del buen juego, “así son las cosas”, como dice constantemente “Jimmy el Santo” (el personaje de Andy García en "Cosas que hacer en Denver..."). Pero me gustaría añadir algo al respecto: hemos hecho un buen partido, hemos luchado por la victoria y la merecimos a pesar de no haberla conseguido; o lo que es lo mismo, hemos tenido emoción, identificación y expectativa. Fútbol, cine, vida. El secreto de nuestros ojos.Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-50107953983236789712009-10-20T10:56:00.000-07:002010-01-01T15:07:59.904-08:007 directores, 6 mujeres, 2 libros y una pistola<div align="justify"><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br /></div><divalign="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5394750115828567346" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 304px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfCosUJ5TZ57H4xug9tnJzzHo6Ox3jguNH0B8vsi0gHoHsFD56p2lqg-hSLbTLZrIhzR5MPqp-RIH_C_Hsp9_A2_G2X99H_Iqu3QibcyjnwAT5_isQgNuLgLNikStbxMw_FU3V5v9n-HA/s320/bast_tres.jpg" border="0" /><strong>Escribe: Roberto</strong> (esto es lo que se llama "apropiación de un blog compartido").</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">Vamos a hablar un poco de cine, que ya va siendo hora, y dejemos un poco la literatura, ya sea por necesidades del guión o por mera incapacidad. Sea como sea, es lo que toca. Jean-Claude Izzo dice en su estupendo libro “Soleá” que lo que se puede comprender se puede perdonar. Así que espero que entiendan la exagerada extensión de esta entrada, han pasado dos meses…<br /><br /><strong>Malditos Bastardos – Quentin Tarantino</strong> </div><br /><div align="justify"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5394777499306675314" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 216px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglIoaDWkOSRsuwHXfzZmyXUFUh5q3Xe2pZPKSL96KSpKVNLF3iIaAAyqHDpXxNCCOqJkZ4HKpz6GelAYqZsK_J2x20iKFB6JmXVnsXQ5boO7IqZlSqbhtmeNKxMI9cFizVTzXoiR630h0/s320/final-melanie-basterd.jpg" border="0" /><br />Con las últimas películas de este hombre me viene pasando algo curioso: acaba la proyección y no tengo muy claro si lo que he visto me ha gustado o no, ni si en las últimas dos horas he disfrutado o me he decepcionado. Necesito el paso de los días para que la balanza se vaya inclinando hacia uno de los dos lados.<br /><br />Con los "Kill Bill" cayó del lado positivo y con "Death Proof" del lado totalmente negativo.<br /><br />Con "Malditos Bastardos"… el peso se ha quedado en la mitad. No pude evitar la misma sensación que he tenido con las anteriores películas de Quentin: ver a un genio haciendo el bobo, ver a un grande limitándose a contar un chiste que encima no tiene mucha gracia. Como si Zinedine Zidane volviera a los terrenos de juego y se dedicara a jugar al “culete”.<br /><br />La película tiene cosas que están muy bien y cosas que están muy mal. Los géneros elegidos esta vez por Tarantino podrían ser el Spaghetti Western y la Farsa o el humor absurdo. Y creo que en lo segundo falla estrepitosamente. Y no es que no pueda intentar hacernos reír, es que no tiene ni puta gracia. De este modo, escenas realizadas como muy pocos son capaces, conviven con verdaderas estupideces sin valor ninguno. Todo esto acompañado de una violencia desmedida a la que tampoco le veo mucho sentido. Aún así, hay momentos en los que "no he podido evitar" disfrutar,; algunas escenas están realmente bien.<br /><br />Quizás, como dicen David y Jandro (a los que sí les ha gustado mucho "Inglorius Basterds"), la gran desgracia de Tarantino es que su segunda película (sin contar el maravilloso guión de Amor a Quemarropa) fue Pulp Fiction. Tocó techo demasiado pronto. Como si la volea de Zidane en la gloriosa noche de Glasgow la hubiese hecho cuando era tan sólo un alevín. Pero, en mi opinión, se le podría perdonar que no fuera capaz de realizar otra película tan brillante, pero lo que es imperdonable es que ya ni siquiera lo intente.<br /><br />La que me gustó especialmente fue Mélanie Laurent (la gerente del cine -las dos fotos de arriba -) que está verdaderamente creíble y hermosa. (Daniel Brhul también está bien).<br /><br /><strong>Ágora – Alejandro Amenábar </strong></div><br /><div align="justify"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5394778049524907938" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 250px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiykfOlF1U6nj8k3w2dM_FZnth4udL6pL_F3fIQXF-CWtQsVClvAoTVWjvJ1I37UZwpbc6fm_dsF0YRZA8NAq9Shm556-42Uc3935WO3dBy9I6xiBrPwny3J9Q-uJFNEuxSYIHXQEcoDXY/s320/RachelWeisz5.jpg" border="0" /><br />Lo primero que hay que decir es que "Ágora" es una buena película y que su director es un auténtico Director de Cine, así, en mayúsculas. Alguien que sabe lo que se hace y que maneja los elementos del lenguaje cinematográfico de manera inteligente. La película está bien hecha y tiene momentos realmente bellos.<br /><br />Lo segundo que hay que decir es que es una película un tanto extraña, atípica, y que aunque no dudo que sea voluntario (sospecho que Amenábar sabe de esto bastante más que yo) para mí lastra la cinta y la convierte en una película, en cierto modo, fallida.<br /><br />Han acusado a "Ágora" (algún crítico lo ha hecho, no así en las miles de entrevistas <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikjqaIXzZLb2EeF5xbhyGfhky2HbKIl0Z6MfaZBwJ-OFc9hpA44snP1DDXiF0BiX47IMoF7zDjLB8G5lnxRW1JJ3md6JvrtmzlbcXCgp_PcvB6K6fldsxNIhpUiYhLajCNSNuTXzduYy4/s1600-h/RachelWeisz5.jpg"></a>promocionales, pelotas y edulcoradas que le han hecho a Amenábar estos días y a las que obligará la necesidad de rentabilizar su increíble presupuesto) de falta de emoción. Y creo que es verdad (aunque como ya digo imagino que será algo, más o menos, intencionado, pero para mí también es algo, más o menos, erróneo). La causa de esta falta de emoción me parece que es la ausencia de una trama central que seguir y con la que identificarnos. Su personaje principal carece de una historia que el espectador pueda sentir como propia y así llegar a la emoción. En la película, Hipatia (guapísima Rachel Weisz -foto-) investiga, enseña, estudia…en fin, hace sus cosas, sin involucrar al espectador en ningún conflicto.<br /><br />Es una película casi divulgativa y por lo tanto exige mucho del espectador. Me extraña que Amenábar, un director tan preocupado siempre por el público y consciente de la <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkky86IzzgcOdJJJ28LnQkNmUUA79EdV_h7rTbwrtrcoyHMobnfqUAh99W1g68RR-aej3-JNAbcfYQ85aCz5PrECUPLna5rQ2QwDpN0H5SNQv_m_wv3XdTt5jtr6WzYTu6d02Ug9NBW2A/s1600-h/RachelWeisz5.jpg"></a>necesidad de darle algo con lo que entretenerle, no nos haya dado en esta ocasión ningún palo que morder, ninguna barca por la que navegar el interesantísimo río de Ágora. Quizás la pretensión es que esta barca (esa trama a la que engancharnos) fuese Davo (el esclavo protagonizado por Max Minguella), pero no creo que lo consiga. Aún así, esa ha sido su elección y resulta basante interesante.<br /><br />Lo que sí está claro es lo que pretende Amenábar: atizar un soberano palo a las religiones en general y a la cristiana en particular. En su libro de conversaciones con Oti Rodríguez Marchante, Amenábar opinaba que un director tiene que tomar partido a la hora abordar un tema en una película, evitar quedarse en territorio neutro aunque sin llegar a caer en el panfleto. Aquí, desde luego, queda clara su idea: la religión es el mayor enemigo de la sabiduría. Cosa que se ha demostrado a lo largo de la historia (y a lo largo de los telediarios). Así, en la película no se habla, por ejemplo, de San Agustín, que si bien fue quien incitó a la lucha armada también destacó por su cultura e inteligencia.<br /><br />Con todo, Ágora, es una película valiosa y valiente, divulgativa y bella, una “rara avis” en el cine español (a nivel de producción y dirección) e internacional (a nivel de intención divulgativa).<br /><br /><strong>Si la cosa funciona – Woody Allen</strong> </div><p><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKDZeJOA_4UR5YFUi1TfDbjSkia0Iwu9XRhgut9uW7dEN0fcaQVVF2O6LAaiUC5JWcFpVOPEM3nsqNw7AeCyyx2z440Rm4ifyT91tUr1x4py4TTftEht7YQMyLT1dtriiPzwZqJOToCt8/s1600-h/evan-rachel-wood-gq-04_0_0_0x0_359x480.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5394778911912527698" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 176px; CURSOR: hand; HEIGHT: 237px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKDZeJOA_4UR5YFUi1TfDbjSkia0Iwu9XRhgut9uW7dEN0fcaQVVF2O6LAaiUC5JWcFpVOPEM3nsqNw7AeCyyx2z440Rm4ifyT91tUr1x4py4TTftEht7YQMyLT1dtriiPzwZqJOToCt8/s320/evan-rachel-wood-gq-04_0_0_0x0_359x480.jpg" border="0" /></a></p><p><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5394800892915269746" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 164px; CURSOR: hand; HEIGHT: 244px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHw_VrfRMDCzNRz_vWAHkj6OFKreAk4kt5ptjIP7hGZq94IECvz6OxlTC1fDWXCGCjjQ7g3onxycOeORFwW0_4I2hcP3j5r87DOp6ia-0U3pmH6kfLPhXG3f8JR6nt4Sd63oDyTEVKeDs/s320/rachelevanwood.jpg" border="0" /> La nueva de Allen es la de siempre de Woody. Una película lúcida y divertida. Una vuelta a su querido Manhattan y a sus comedias “made in Allen”. La película se sostiene, en gran medida, gracias a sus dos protagonistas. Por un lado, en el alter ego del director, Larry David. Por otro, la jovencita Evan Rachel Wood -fotos-. El primero funciona perfectamente como sustituo de Allen, aunque yo no puedo evitar imaginarme siempre al verdadero Woody. La segunda llena la película de luz y hace creíble un personaje bastante difícil de creer.<br /><br />La película tiene un truco bastante interesante: no mostrarnos nunca la relación íntima entre los protagonistas (nunca les vemos dormir juntos), lo que nos hace dudar hasta el desenlace final de si ese viejo culto y amargado verdaderamente ha creído en lo imposible, lo que hace más hermoso su enésimo desengaño (es curioso esa tendencia de los personajes de Allen hacia el suicidio cuando ya están en la última fase de <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPsJVL_C7V0H9O_wNCIDti54tICWz4Mi21V44-nPk_ZYH39PNbDivVCX84rMxJ0NKgIAlStwqnhlV-7OQfu0RE1TpO4WPzrDo_o96rNZAck-8vWqItQv3mcniZ8X5JpLcjZcGcwxusiVg/s1600-h/rachelevanwood.jpg"></a>su vida).<br /><br />El único “pero” que le puedo poner a la película (sabiendo que tampoco hay que darle muchas vueltas: es una simple comedia ligera), es que Allen no intenta comprender a sus personajes sino imponerles su doctrina, llevarlos de un prejuicio a su contrario. No basta con que un hombre paleto y reaccionario de la América profunda crezca como personaje y aprenda algo “del bando liberal”, es que tiene que convertirse, sin preámbulo alguno, en el gay más progre de Nueva York; al igual que su mujer (tan retrógrada como su esposo) no se conforma con abrir su mente, sino también, y de par en par, sus piernas.<br /><br /><strong>REC 2 - Jaume Balagueró y Paco Plaza</strong><br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5394781187397219554" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 214px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmwamUby-yn4Ym3oIJ8nMDraNOL9i-IIb7TUovIVCocw5CwjOqLvxnNzoZ8Jc15gWcYB6d4u-cv_fzu_D_baE_ZjTyRCwkqayHsFMraR5CHZB-w249xCCmclFug9grOKSyRSbYIYIW4BM/s320/manuela-300.jpg" border="0" /> REC 2 me pareció igual de divertida que REC 1. Además, ambas, son películas mucho más difíciles de hacer de lo que puede parecer. Consigue lo que intenta: asusta, entretiene, divierte... Bien dirigida y bien interpretada (no es nada facil hacer naturales los personajes de la cinta). Gran aparición de Manuela Velasco -foto-.<br /><br />Buen y taquillero cine español.<br /><br />"No dejes de grabar, Pablo; por tu puta madre".<br /><br /><strong>Dos libros y una pistola</strong><br /><br />Recomendar dos libros maravillosos que me han regalado: “Armas, mujeres y relojes suizos” de Eduardo Torres-Dulce. Y “Sólo para mis ojos”, del maestro José Luís Garci. Ya hablaré más detenidamente de ellos cuando los termine. De momento (sobre todo el de Garci), una auténtica maravilla.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEHhb_RoFHFovfTRuDiMKp3gTS9LxR_sg4ZqpvhOqOdshav_sfNaHUZZRchubuQASkF5wQ4sc6rUfXTOWJQLSxtlTfRQNOS_F-HQKKcoadsQVyVgyEQow5c7K2vo5d1yyCvZBwmGJYdjI/s1600-h/Jane_Greer_Out_of_the_Past_(1947).jpg"></a>He visto dos películas de esas imprescindibles de las que había prescindido: “Cara de Ángel” (Otto Preminger, 1952) y “Retorno al pasado” (Jacques Tourneur, 1947) . Y sí, son tan maravillosas y perturbadoras como las mujeres que las protagonizan (Jean Simmons -junto a Robert Mitchum, abajo- y Jene Greer -más abajo- ) y como las que protagonizan nuestras vidas.<br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5394795158477102098" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 263px; CURSOR: hand; HEIGHT: 311px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjx1mYIbmMix1zdtgEGwlKTF_Es-TQkWd0djpq3O4qexSpGaYJJzShvY6kyge9Xq574fV_SxZSGrYVR9ZN0ww93dcoPKpIMxTXvuzTeYjjqoQiNP4yI0umWZr4oX6oOXplJ2dCu3s2P_tI/s320/angelface003sm.jpg" border="0" /></p><p>Acabo con unas palabras de Garci acerca de estas "femme fatale": <em>Para mí, la mejor mujer pantera siempre será Jane Greer, la chica morena de "Retorno al pasado", la que hace que Mitchum y Douglas pierdan la cabeza de la misma forma que nosotros la hemos perdido tantas veces... con apenas gatitas.</em><br /><br /><br /></p><p><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5394796907773894178" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 256px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQD_0uJHzcrKUkK3o1TYowjVv-zUoSyHq5T6BpqwqEVNAJQEJUg8xe-wuOwLh5rg2CqKAwnF-38YtUm_UBYReFvMDJFqVNm-28xH2rdIUKS4Oqd6bHYMcqcvB-e0mgKLLhJeHp2zNR4iY/s320/Jane_Greer_Out_of_the_Past_(1947).jpg" border="0" /><br />Ya lo dijo Godard: <em>Una película es una mujer y una pistola.</em></p><p>Y todas llevan una...<br /><br />NOTA: A ver si escribe nuestro corresponsal en Londres...</p><p></p>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-86909407279981020352009-08-18T04:57:00.000-07:002010-01-01T15:08:22.243-08:00Trastorno bipolar (2)<strong></strong><br /><strong>Escribe: Roberto</strong><br /><br />Hola a todos, ya que soy el único que se ha quedado de guardia por Madrid, me permito adelantar a Jandro (al que le tocaba escribir y que espero tenga un hueco pronto) y volver a ser yo el que ponga algo por aquí. Y lo hago con unas cuantas líneas de relato-reflexión claramente inspiradas en la literatura de Ray Loriga. Pero bueno, como él mismo dice: "en este oficio hay que elegir con mucho cuidado a quien se plagia".<br /><br />Ahí va:<br /><br /><div align="center"><strong>Trastorno Bipolar (2)</strong></div><strong></strong><br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5371272761374338018" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 202px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjggxvzfonhld2AEN9FmF-wPeBaKln7nEES4FMoAyKU3hc571dkDJiYsJToQEz_YBekufZnyPyrhN-fYD0wuo_XHX5WaXDDiahb4L_WwInXF5CAhmEutTxZl2OAHOEJgyJxBacBmLzKbrY/s320/Ver+Doble.jpg" border="0" /><br />Llevo toda la tarde escuchando canciones de amor. Ayer, con mis amigos, sólo hablé de amor. Cuando me acuesto y, al no poder dormir, sólo pienso en amor. Maldito sea el dichoso invento que persiste y se pega a la piel por dentro como una garrapata. Al carajo lo mandaba yo sin pensarlo ni un instante, que se vaya adónde le venga en gana y me deje a mí tranquilo.<br /><br />Y vuelve a sonar otra canción y vuelvo a hablar de lo mismo. Me nubla la vista y me anula el olfato o, mejor dicho, me lo devuelve trastornado. Huelo la desgracia en sus fronteras y, sin embargo, me apresuro a sus trincheras como los soldados en las guerras, llevados más por las banderas que por verdaderas convicciones propias.<br /><br />Ay, maldito seas tú y tus absurdas estrategias, tus planes que sólo tienen sentido en tu cabeza. Hasta el más tonto y bruto del portal sabe que en estas batallas, la victoria es cosa de dos. Y yo, tan alterado que ando por culpa del amor, me creo capaz de latir por dos corazones. Como si de tanto amar me fuesen a amar a mí. Como si de tanto amor que tengo dentro lo pudiera transportar a otras arterias y otras venas. Como si con mi amor pudiera revivir el amor ajeno, que, por desgracia y a pesar de mi insistencia, ya no me es propio. Aunque lo haya sido.<br /><br />Y otra noche más a volver a casa derrotado, a no poder dormir y, en vez de desistir, dibujar planos imaginarios, jugadas que, a pesar de la experiencia y de la más que comprobada probabilidad de su derrota las creo, por un instante y para siempre, incapaces de fallar.<br /><br />Qué lata que me está dando el amor. A veces, cuando me ducho, abro todo lo que puedo el grifo y me acerco la ducha a la piel lo más posible, a ver si se me resbala el amor y se va por el maldito desagüe. Cuando salgo desnudo hacia la cama creo que por fin se ha ido hasta que, sin saber cómo, lo intuyo agazapado en mi pecho y me pongo otra vez con la misma cantinela.<br /><br />Con esto del amor no hay quien pueda.<br /><br />¿Pero qué podría hacer yo sin él? ¿Qué iba a ser de mí? Me quedaría mudo y sordo y ciego y tonto. Pues sólo hablo de amor y sólo escucho sus sonidos y sólo veo sus luces de feria y sólo pienso en eso y nada más que en eso. Igual que los helicópteros necesitan la densidad del aire para arrastrarlo con sus hélices, yo necesito que el amor lo cubra todo para pisar en tierra firme.<br /><br />Y dichoso yo y mi bendito amor y pobres de aquellos y aquellas que en vez de darlo todo por amor se limitan tan sólo a recibirlo, a aceptarlo o rechazarlo como si fueran gerentes de un puerto del que deciden a qué barco permitir el amarre y a cuál no, sin atender a la heroicidad de sus travesías ni a los méritos de sus tripulantes.<br /><br />Sed misericordiosos con ellos porque ellos no tienen la culpa, pues así es su naturaleza; y pensad por un momento en la magnitud de su desgracia. Que cuando les dejen de dar amor se quedarán sin nada y nosotros nos iremos con nuestro amor a otra parte, buscando nuevos y mejores marcos para los retratos de nuestras obsesiones. O volveremos quizás a la misma persona, y el mismo corazón y la misma sangre, pero ya se habrán dado cuenta de que nosotros y nuestro dichoso amor, tan pesado y tan tonto que es el tío, haremos lo que nuestras propias locuras nos dicten y seremos dueños de nuestros propios errores y los más satisfechos en nuestras victorias.<br /><br />Que nadie se engañe, es más fácil perseguir que ser perseguido, es más sencillo limitarte a seguir una sombra que decidir tú mismo los pasos a dar. Por eso, no les odiéis, pues son ellos los que tiran los dados mientras nosotros nos limitamos a mover las fichas. Y ellos son los que, en el riesgo que conlleva la valentía de sus movimientos, algún día pueden volver la cabeza y ya no vernos.<br /><br />Que nosotros ya estaremos a otra guerra, o mejor dicho, a la misma guerra pero en otros frentes, que nuestro amor es nuestro y no queremos otra cosa.<br /><br />Y no olvidéis nuestra ventaja y su faena: el amor que ellos reciben depende de nosotros y, el que damos nosotros, también.<br /><br />Están en nuestras manos.Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-87978826850174120102009-07-27T12:47:00.000-07:002009-07-27T12:58:00.358-07:00Nueva York para ignorantes<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwYQCgrX0PA_Lz4JRn7X3M099BRHLaspvHFEa-sOrZzTj7VNFf3fgmPneqytjXlLmk7TyVvX5CFreBdeTgePSh1qK9t4vgIfjKlw1j9z7iVrSgOPIU0G6PFPMD1BkrdlbGIonWYxBvZdU/s1600-h/how_to_lose_friends___alienate_people_movie_image_simon_pegg_and_megan_fox.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5363229775607746898" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 214px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwYQCgrX0PA_Lz4JRn7X3M099BRHLaspvHFEa-sOrZzTj7VNFf3fgmPneqytjXlLmk7TyVvX5CFreBdeTgePSh1qK9t4vgIfjKlw1j9z7iVrSgOPIU0G6PFPMD1BkrdlbGIonWYxBvZdU/s320/how_to_lose_friends___alienate_people_movie_image_simon_pegg_and_megan_fox.jpg" border="0" /></a><br /><div></div><br /><br />Cuando piensan que eres idiota todo es más sencillo. Es decir, nadie piensa que te estás equivocando, simplemente piensan que eres un idiota. Nada más. Ayer me tocó ser un poco más idiota de lo normal y mi problema no es que nadie pensara por mí y me dijera: "¡eh, chaval! eres un idiota". No, no tiene mucho que ver con terceras personas. Está más cerca de los séptimos. De esa escala que establece un orden ordinal a cualquier tipo de manifestación artística digna de ser ordinalizada. Del siete. No de esos que silban en las ventas si la faena no ha ido como debiera, no, de eso que llaman cine.<br /><br />16:27 horas de la tarde. Domingo. El sol quema y mucho. Bares que no cierran y cafés ardiendo sobre la barra. Camareros poco habituales que dejan paso al descanso estival de quien, casi durante todo un año, ha compartido la costumbre a la no queremos faltar y la que muy pocas veces suele renunciar a ti. Un café. Da igual que ardan los coches y las fuentes se abarroten de niños comiendo helados que sueñan con cubos y palas llenas de arena. El café siempre te espera. O casi siempre. Dos colegas. Que últimamente, por circunstancias, han fallado a la costumbre (o puede que sea yo) se apuntan a meterse en una apacible sala de cine para pasar la tarde. Quizás la costumbre haya cambiado de barman.<br /><br />18:15 horas. Minuto 0. Trailers: "Resacón en las Vegas", nos promete las mujeres más deseadas del mundo; el vicio, el deseo, la acción y la aventura. Acto seguido, "Gordos" una película de Daniel Sánchez Arévalo, nos manda de nuevo al barrio. 12.000 kilómetros en medio segundo. Maldecimos a la industria y a las chicas de autostop en camiseta por no dejar ni que adivináramos un trocito de ombligo. Créditos iniciales. "Nueva York para principiantes".<br /><br />19:55 horas. Créditos finales. De vuelta al bar. A otro bar. Es aún de día. Sigue siendo domingo. Pero soy otra persona. El camarero amablemente me sirve un refresco y charla amigablemente conmigo: "¿Qué tal la película?". Sorbo el refresco pacientemente, paladeo el sabor dulce y el regusto amargo queda en mi garganta. Sacó un cigarrillo. Lo enciendo. Le miro. Me mira. Muevo la cabeza de un lado a otro. Y le digo: "¿Jugamos una diana?", él me responde que sí. Me gana. Le gano. Empatamos. Hay quien sólo gana una sola vez y no le sirve para nada. Me voy del bar.<br /><br />Cuando llego a casa. No hay nadie. La televisión encendida y poco más. Quedan dos horas para que al menos el fútbol arregle este tedioso domingo. Otro empate. Las estrellas, se estrellan y los de siempre son los de siempre. Y marcan pero empatan. Y empatan pero, de nuevo, sabe a derrota.<br /><br />Sin cigarrillos. Con el reloj en equilibrio y luchando contra la gravedad para apuntar al número más alto, y las ganas perdidas en el primer sorbo de café, me meto en la cama y cierro los ojos.<br /><br />0:00 - 7:35. "hoy me soñé al despertar que te follaba sin parar" pero, a alguien se le ha olvidado llamarme idiota...<br /><br />27 - VII - 2009<br />David Orea : ¿Qué hora es?Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-79464535154274856992009-06-29T11:35:00.000-07:002010-01-01T15:08:57.035-08:00Hacia rutas salvajes<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiodQJwSQYZJj2sJI8-rQcG91nqy5xwCE_bDtRtKnTIbPGw51zLtDtNzceAiYPR3cE38TTIx2yMGgA1IY7Yk_RB_7uwGZTXbo9Ih7MZM_p_Vd-gGv7iITkVfOFG5hM0fOXQM5KVCT41_vk/s1600-h/Hacia+rutas+salvajes.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5352826665158757762" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 280px; CURSOR: hand; HEIGHT: 274px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiodQJwSQYZJj2sJI8-rQcG91nqy5xwCE_bDtRtKnTIbPGw51zLtDtNzceAiYPR3cE38TTIx2yMGgA1IY7Yk_RB_7uwGZTXbo9Ih7MZM_p_Vd-gGv7iITkVfOFG5hM0fOXQM5KVCT41_vk/s320/Hacia+rutas+salvajes.bmp" border="0" /></a><br /><div><strong>Escribe: Roberto</strong><br /><br />Ya estoy aquí. Siento el retraso. Quizás los pocos que estabais ya os hayáis marchado. Tampoco importa.<br /><br />Hace más de un mes que no escribo por aquí en el que han pasado varias cosas. Entre eso y mi tendencia a la dispersión no sé muy bien cómo organizar todo. Vamos a ello.<br /><br />Entre las muchas estadísticas estúpidas que ofrece la televisión durante un partido de fútbol hay una que me llama bastante la atención. Se trata de una comparación entre el tiempo transcurrido de partido y el tiempo que realmente se ha estado jugando (restando los minutos en los que el balón ha estado parado, en saques de banda, protestas al árbitro, lesión de algún jugador…) Normalmente, de un partido que dura unos 95 minutos se juegan tan sólo 50.<br /><br />En la vida pasa algo parecido. Existe una gran diferencia entre el tiempo pasado y el tiempo verdaderamente vivido. Una diferencia alarmante muchas veces y que es un leitmotiv de mi generación (llámenla X, Y o “la generación de la mano en los huevos” como la apela David”), los nacidos en la segunda mitad de los 80.<br /><br />Una buena forma de que el tiempo vivido sea casi el mismo que el tiempo pasado, o lo que es lo mismo, de sentirsnos vivos, es viajando. Preferiblemente hacia rutas salvajes.<br /><br />Podría hablar…Podría hablar de cómo se pone el sol desde las murallas de Essaouira, de negociar durante una hora y media un collar “para toda la vida” que apenas nos durará unos días, de cenar en el puesto 42 de la plaza Djama Le Fna en Marrakech, de los seis té con menta diarios, de los autobuses, los trenes y los burros, del desierto y las gargantas, de la gente, de la cercanía, de los lazos, de los curtidores de Fez, de extrañas Coreanas que encogen con la lluvia, de viajeras polacas que no paran de reir, de llamadas al rezo, de mujeres mirando al mar infinito desde la roca más alta de Asilah, de piernas de plástico, del tiempo y del espacio, de miseria y de alegría.<br />De la vida, en definitiva, 14 kilómetros al sur.<br /><br />Podría hablar de todo esto pero ni yo tengo un diario de viaje ni a vosotros os interesaría abrirlo.<br /><br />El otro día os decía que la vida es un soldado que antes de preguntar dispara, pues últimamente parece que tiene el gatillo sensible.<br />Pero ella no contaba con nuestra habilidad para esquivar las balas, ni con esa “estrellita pequeñita pero firme” que por suerte parece que no nos abandona.<br />Somos chicos fuertes y sabemos apretar los dientes.<br /><br /></div><div></div><div>Nos haremos colgantes con los casquillos.<br /><br />Otra cosa más. Actualmente estoy trabajando con la ONG Jóvenes y Desarrollo y hace poco realizamos (con la ayuda de mi fiel escudero David) con los chicos de su "Iniciativa Solidaria" un cortometraje sobre el racismo. En un par de horas y sin guión ni nada parecido ayudé a los chavales a grabar un cortometraje con la idea de la igualdad y con la única pretensión de que tanto los que hicimos el corto (chicos de 15-16 años, servidor aparte) como quien lo vea reflexione sobre el tema 5 minutos. Os lo dejo aquí por si lo queréis ver.<br />Parece que está funcionando bastante bien ya que se están haciendo eco los medios, el otro día, por ejemplo, apareció el corto en CNN + (nadie entiende muy bien porqué nos ha hecho caso CNN + pero ahí estamos).<br /><br /><br /><object height="344" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/Kh63kVOUg-Q&hl=es&fs=1&"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/Kh63kVOUg-Q&hl=es&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object><br /><br /><br /></div><div><br />Último apunte: "Hacia rutas salvajes" es una película dirigida por Sean Penn que os recomiendo, además de por su calidad porque creo que más de uno se puede sentir identificado. Habla de la historia real de un chaval que al acabar la carrera no sabe que hacer con su vida (ya os dije que os podíais identificar) y decide recorrer Estados Unidos en busca de sí mismo y en busca de, al menos, una verdad. Una verdad que no os voy a destripar pero que tiene bastante que ver con una frase de Fernando Sánchez Dragó:<br /><br />"Todo nómada necesita un campamento y todo campamento necesita una mujer".<br /><br /></div><div></div><div></div><div>PD: Michael, dale recuerdos a "El Rey".</div>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-7616293592582986612009-06-01T10:50:00.000-07:002009-06-06T03:44:28.394-07:00Cannes 2009 - 12+1 películas que resumen el festival<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRc-Gv6I_4sb-U1QlIeK8k0CuBlizZUzaWvQYt3gndLrCspH7QbVVH0IOgFKIQDfwbvt3-xyx1hWT9iwRf5Jze8pJo-MUGg9LHHfgTFkSw10lyzdqk6m_0D8YhH1n_F2Risz49hZWnY_w/s1600-h/Cannes.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 96px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRc-Gv6I_4sb-U1QlIeK8k0CuBlizZUzaWvQYt3gndLrCspH7QbVVH0IOgFKIQDfwbvt3-xyx1hWT9iwRf5Jze8pJo-MUGg9LHHfgTFkSw10lyzdqk6m_0D8YhH1n_F2Risz49hZWnY_w/s320/Cannes.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5342441277523352338" border="0" /></a><span style="font-style: italic;font-size:100%;" ><span style="font-family:courier new;"><br />Cannes cierra un año más, pero esta edición del festival deja grandes piezas para el recuerdo. Películas que, seguramente, pasen inadvertidas una vez que se estrenen en España (si es que llegan a estrenarse). Me gustaría decir que estuve allí, pero lo que vais a leer es una mera traducción de un articulo aparecido en IndieWire, de alguien que si que estuvo en la ciudad. Son las 12+1 películas indispensables de Cannes.</span></span><br /><br /><span style="font-family:courier new;">“<span style="font-weight: bold;">Antichrist</span>” de Lars von Trier</span> <span style="font-family:courier new;"><br />Cuando iba de camino al Palais para encontrarme con unos compañeros que salían de ver la ultima película de Von Trier me crucé con un jefe de distribución que también salia de verla. “¿Qué tal esta?” - pregunte, a lo que el contesto “Wow”. Mi siguiente pregunta era obvia, “¿Wow en plan bien o Wow en plan mal?” - “Simplemente Wow, es increíble”. Esto termino por despertar mi interés en la cinta. De hecho, anticristo demandaba atención de todo el mundo. La película tiene como protagonistas a Charlotte Gainsbourg (ganadora del premio a mejor actriz en Cannes) y Willem Dafoe, quienes se adentran a una cabaña en medio del bosque para tratar de reparar su matrimonio y sus corazones. Von Trier continuo la provocación en su rueda de prensa en el festival, donde llego a decir: “Soy el mejor director del mundo”. Al final IFC Films tiene planeado estrenar la película en Estados Unidos con el mismo (y extremadamente provocador) montaje con el que se estreno en Cannes.</span><br /><br /><span style="font-family:courier new;">“<span style="font-weight: bold;">A Prophet</span>” de Jacques Audiard</span> <span style="font-family:courier new;"><br />Después de su estreno durante el primer fin de semana de Cannes, muchas apuestas señalaban la cinta de Audiard como la segunda palma de oro seguida para una película francesa (“La clase” había ganado el galardón el año pasado). Pero al final del certamen, “a prophet” termino con el segundo premio del jurado, el Grand Prix. La historia de gangters tiene lugar en una prisión francesa llena de enfrentamientos entre corsos y árabes. Rahim interpreta a Malik, un prisionero joven e ingenuo que se gana el favor del líder de los corsos y termina amasando cierto poder. Aunque no fue la gran ganadora del festival muchos espectadores la consideraron una obra maestra y consiguio recibir una gran cantidad de aplausos en la ultima proyección del día de premios, aun durando dos horas y media.</span><br /><span style="font-family:courier new;"><br />“<span style="font-weight: bold;">Dogtooth</span>”, de Georgios Lanthimos</span> <span style="font-family:courier new;"><br />La película griega que ganó la sección “Un Certain Refard” y se gano los aplausos de todos los asistentes al festival que se atrevieron a salir de la sección oficial. Este drama es quizás una señal de advertencia para todos aquellos que creen en educar ellos mismos a sus hijos... La historia presenta a unos padres que mantienen aislados a sus hijos, bajo su única influencia, excepto por una empleada de su padre que acude a la casa para saciar las necesidades sexuales del hijo, hasta que un día la hija le da un regalo y le pide algo a cambio... O como Boyd van Hoeij escribió para su reseña en “Variety”: “Tres personas atrapadas en el universo alternativo dictado por sus padres”. Pensar en un eterno Gran Hermano, pero como si la casa la hubiese diseñado Lars von Trier.</span><br /><span style="font-family:courier new;"><br />“<span style="font-weight: bold;">Enter the Void</span>”, de Gaspar Noe</span><br /><span style="font-family:courier new;">Lars von Trier no fue el único cineasta de la competición en obtener un coro de aplausos y abucheos en el festival. Gaspar Noé consigo generar muchas conversaciones al rededor de su ultimo trabajo, en el que un hermano y una hermana llegan a Tokio. Oscar comienza a traficar con drogas y Linda se dedica al striptess en una discoteca. Al poco tiempo de empezar la cinta, uno de los protagonistas es disparado y la película toma un rumbo hacia el estudio de la muerte, siguiendo el espíritu del muerto, viendo flashbacks y memorias de una trágica vida; todo esto mientras volamos (como lo haría un fantasma) entre los rascacielos de Tokio, mostrando los dramas que la gente que es dejada atrás. La película muestra una contundente muestra de efectos digitales, bastante psicodelicos, y se basa en la música electrónica y los colores saturados para crear su ambiente. En conjunto, es una fascinante experiencia para ver en una pantalla de cine.</span><br /><br /><span style="font-family:courier new;">“<span style="font-weight: bold;">Go Get Some Rosemary</span>”, de Josh & Benny Safdie</span> <span style="font-family:courier new;"><br />Una extraña película independiente firmada en América se colo en Cannes este año. “Go get some Rosemary” es la segunda participación consecutiva de los hermanos Safdie en el festival. El año pasado Josh mostró su “Pleasure of being robbed” durante la Quincena del Director y este año los dos hermanos fueron aclamados como “mascotas honorarias” de la seccion (y elogiados por Pere Olivere por recuperar el cine independiente norteamericano). Los espectadores de Cannes detestaron el titulo, pero como no se puede juzgar un libro por su tapa no debemos dejar pasar por alto esta nueva historia de la vida de los Safdies. “Go get some Rosemary” sigue a Lenny ( un maravilloso Ronnie Bronstein), un padre soltero que pasa solo dos semanas al año con sus hijos. Cuando veáis la película entenderéis por que incluso dos semanas pueden ser demasiadas.</span><br /><span style="font-family:courier new;"><br />“<span style="font-weight: bold;">I Killed My Mother</span>”, de Xavier Dolan-Tadros</span><br /><span style="font-family:courier new;">Un descubrimiento en Cannes. La opera prima de Xavier Bolan-Tadros (20 años) barrio en la Quincena del Director, consiguiendo cuatro premios. La historia (semi-autobiográfica) narra las vivencias de un joven homosexual en tensión con su madre.</span><br /><br /><br /><span style="font-style: italic;font-family:courier new;" >Se que solo son 6, pero me reservo las otras para la siguiente entrada. Mientras tanto os dejo una pequeña recomendación musical: </span><span style="font-style: italic;">Danger Mouse and Sparklehorse - Dark Night of the Soul.</span>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-73430685847828936902009-05-26T14:29:00.000-07:002009-05-26T14:38:05.954-07:00Reestreno<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6fBkkl0UjNqXIpo9ckz3gbZkp_7yDfCp1d7iNpeew3Kt3Spt9VcoJuBIxck-ntjqbJVJX8I-PWaOSzm85hSaihc5xjocMz10K0VdJDCe5shteb1dUluHQAZU14Ei7SLNkjOwr9I28UQk/s1600-h/graduate460.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5340250073410408018" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 348px; CURSOR: hand; HEIGHT: 233px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6fBkkl0UjNqXIpo9ckz3gbZkp_7yDfCp1d7iNpeew3Kt3Spt9VcoJuBIxck-ntjqbJVJX8I-PWaOSzm85hSaihc5xjocMz10K0VdJDCe5shteb1dUluHQAZU14Ei7SLNkjOwr9I28UQk/s320/graduate460.jpg" border="0" /></a><br /><div>Hacía tiempo que no me sentaba tan bien un cigarrillo. Terminó la película pero aún recordaba las palabras que aquel tipo le dijo al otro tipo: "ya nunca volverás a ser joven". Como en un partido de fútbol, en el que los dos rivales, se estudian, se miden, se respetan e, incluso, se sonríen descaradamente descargando la tensión de los primeros compases del juego. Sólo quince minutos de metraje y ya se lo habían cambiado todo. "El graduado", el segundo tipo que escuchaba al primer tipo, hablarle sobre algo que desconocía. Qué poco importaba como se llamara cualquiera.<br /><br />Como decía, el cigarrillo se consumió. Voló y cayó donde tenía que caer, a donde la providencia lo dirigiera, eso ya, no era asunto mío. El caso es que seguía pensando sobre qué escribir. Sobré qué decir. O quizás simplemente me apetecía escribir algo que me apeteciera leer. Algo sobre algo. Me topé con el ordenador y de nuevo desempolvé la vieja carpeta de los clásicos. En honor a la verdad, diré que no era mi intención ver lo que vi. Y mucho menos descubrir lo que descubrí. Como ya viene siendo habitual, se ha perdido la vieja costumbre de mirar en la estantería los viejos VHS apilados, sin ningún tipo de orden, caóticos encuentros entre el que quiere mirar y quien desea ser visto. Así que, volviendo a la era moderna, donde todo se condensa en nada -apenas unos centímetros cuadrados de disco duro- entré en la carpeta de los clásicos. El orden, victorioso ante el caos, dividía los sueños de la A a la Z, sin ningún miramiento. "Alguien voló sobre el nido del cuco", se tornó como primera opción. Pero no estaba para manicomios. Necesitaba aún salir del mío propio. "Érase una vez américa", despertaba en mi cierto interés, pero no quería trasnochar de nuevo, esperando cuatro horas hasta los créditos finales. "Los pájaros","La ventana indiscreta", "Psicosis", "Vértigo"... que me perdone Alfredo en esta ocasión si no acudo hoy a su iglesia. Y cuando la Z llegaba, inexorablemente y a punto estaba de cerrar la ventana, desando los pasos y ahí está. "El graduado". La había obviado en un primer momento. E incluso cuando la volví a divisar, apunto estuve de regalarle la segunda espalda de la tarde, pero me dije, ¿por qué no?<br /><br />No hizo falta rebobinar nada. Doble clic. He de decir que poseo el original. Pero la tenía prestada. Siempre he dicho que en casos de extrema urgencia, hay que tener copias de seguridad por si necesitara uno arreglarse el corazón o destrozárselo de una vez. Comienza la película. Plano secuencia. Aeropuerto. Simon y Garfunkel, Garfunkel y Simon si lo ordenara mi archivo, entonan el "Sound of silence", archiconocido himno de una generación que ya no es la nuestra. Dustin, a la derecha de pantalla. Es llevado, por una cinta transportadora, hacia un sitio, al que aparentemente no quiere volver. La fuerza del plano se lo lleva de una vez por todas. Ya está en casa. Graduado con honores en la facultad. Todos celebrando su futuro. La cámara se cierra sobre él, atrapándolo. Sin respiro. Sin ningún tipo de auxilio. Hasta que llega ella. La señora Robinson. Esposa del primer tipo al que nos referíamos, ahora sí, bien denominado señor Robinson. Hasta aquí todo bien.<br /><br />Para los que no hayan visto la película, yo llegué unos 19 años tarde al estreno, les diré que en este inicio arrollador que propusoMike Nichols, su director, la señora Robinson hace todo lo posible por seducir al joven muchacho. Al inexperto Benjamin Braddock. El mismo inexperto que todos fuimos cuando, por primera vez, vimos algo desnudo ajeno a los reflejos del cristal.<br /><br />Más tarde, cuando a Benjamin ya sólo lo llaman Ben, dispone en su haber de una mujer casada y de la hija de la misma, cuando el tabaco, el alcohol y el verano parece que no fueran a desaparecer jamás. Pero septiembre siempre espera a la vuelta de la esquina. Vuelven los días grises, las clases, las decepciones y los asuntos pendientes del curso anterior. Pero a eso a Ben le da bastante igual. Porque aún no sabe qué hacer con su vida. Sabe lo que quiere pero todo se ha marchitado. Ha elegido la juventud, la vida, la libertad, los ojos de la muchacha de Berkeley. La misma hija de la madre con la que pernoctaba en un cuarto de hotel. Sexo, sólo sexo, esgrime Benjamin, que ya no quiere llamarse Ben, a los cuatro vientos, los mismos que acarician el pelo de la joven que lo mira esperando un milagro.<br /><br />Milagro que no sé si llegará a o no. Ya les dije que llego 19 años tarde al estreno disfrazado de Ben cuando siempre quise llamarme Benjamin.<br /><br />26-V-2009<br />David Orea: A años luz de cualquier lugar.</div>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-73880327018616548782009-05-18T05:24:00.000-07:002010-01-01T15:09:47.910-08:00"Te veré surfear de nuevo, con tu traje de sirena y tu tabla plateada"<span style="color:#ffffff;">lalala </span><br /><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsNSRWKXxL0gJyXiW4OdxTJCSbgtHdQ7cgentQ28bj7cTWZlXUUU42iosaCWT3YsitJJG13nA6hLwyAmqs93VEhPj2TpXxrCcJHC8yiDq6k4x9aJwRSQU8R01rJqyiRx2BfPSj_G6QvbQ/s1600-h/OS_SURFISTAS.JPG"></a><span style="font-size:85%;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5337141925008972722" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 279px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsNSRWKXxL0gJyXiW4OdxTJCSbgtHdQ7cgentQ28bj7cTWZlXUUU42iosaCWT3YsitJJG13nA6hLwyAmqs93VEhPj2TpXxrCcJHC8yiDq6k4x9aJwRSQU8R01rJqyiRx2BfPSj_G6QvbQ/s320/OS_SURFISTAS.JPG" border="0" /></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Título: Iván Ferreiro. Foto:</span> <span style="font-size:85%;">Fuente de los sufistas en La Coruña, extraida de <a href="http://picasaweb.google.com/">http://picasaweb.google.com/</a></span></div><div align="justify"><br />Escribe: Roberto (entrada 18 en el 18 de Mayo de 2009).<br /><br />Todos hemos dicho alguna vez: “es que no estoy preparado para esto”, sin entender que la vida es un soldado que antes de preguntar dispara. Como esperando que las cosas antes de pasar nos llamaran a la puerta y nos permitieran observarlas por la mirilla y decidir si las abrimos o no. Sin querer comprender que la vida no nos permite vivir sin haber roto antes 4 ó 5 mapas.<br /><br />La vida es como nuestro vecino de al lado, la mayoría el tiempo hace sus cosas y nos deja a nosotros tranquilos, pero a veces se planta en nuestra propia casa. Con suerte será una vecina guapa que nos pide sal, con mala pata será el pesado del B que nos advierte de que hay goteras.<br /><br />Nadie está preparado para nada. No lo estaba Calamaro para ser un chico abandonado, ni Rick para volverse a encontrar con Irma en su bar de Casablanca. Pero Calamaro se quedó solo e Irma llegó…y se volvió a marchar.<br /><br />Y a veces debemos dejar de pensar en la vida y vivir un poco. No pasarnos el día pensando en cómo era todo antes, si no en cómo puede ser ahora. Dejar de ser surfistas pensando en aquella ola que alguna vez cogimos pero que ya no va a volver. Dándole vueltas a la ola pasada, mientras las olas llegan y llegan a romper en la orilla. Sin ver que la espuma que ahora nos recorre los dedos ya no es la de aquella sino la de éstas. Y sin percatarse de que aunque cada ola es diferente, todas están hechas por el mismo agua y que, por lo tanto, la ola puede volver en cualquier momento, quizás con menos sal o con algas o con peces que antes no estaban, pero la ola volverá a la orilla como Irma vuelve al bar de Casablanca…para volverse a marchar.<br /><br />Fuimos chicos fuertes. "Caminamos por colinas de cebollas y metal", pasamos arenas movedizas, "corrimos por Madrid detrás de algún balón", hicimos el amor en las aceras. Y lo seguimos siendo, más viejos ya, pero aún tan infinitamente jóvenes como para morir cada día y volver a nacer, con muchísimas más olas y algas y peces aún en nuestro futuro que en nuestra corta biografía marítima.<br /><br />La mayoría de nuestros problemas tienen literatura. La mayoría del tiempo nos lo pasamos pensando en problemas hermosos y literarios. Una chica que se fue, un sueño que no salió del todo, un amigo que nos falló. Pero hay gente con problemas realmente serios y sin nada de literatura.<br /><br />A nosotros también nos llegarán los problemas auténticos pero, de momento, todo va a ir bien (te lo prometo).<br /><br />Es momento, por tanto, de que Sam la vuelva a tocar, de buscar nuevas colinas y nuevas arenas, de quitarte otra vez el tanga en una acera.<br /><br />De volver a correr por Madrid. Esta vez el balón, lo pongo yo.<br /><br />PD1: Un recuerdo para Antonio Vega y para Mario Benedetti, dos surfistas que hicieron literatura de problemas que en absoluto la tenían.<br />PD2: Para compensar lo poco que estoy hablando de cine últimamente, una recomendación: la filmografía de Wong Kar-Wai, emocionante, reflexivo y maravilloso director chino.<br />PD3: A quien le interese hay un reltillo que habla sobre estas cosas, de cómo un ratón busca un nuevo queso:<br /><br /></div><div align="justify"></div><div align="justify">http://personal.telefonica.terra.es/web/ideasmuertas/relatos/donde%20est%E1%20mi%20queso.htm</div>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-65409705949779808382009-05-07T16:41:00.000-07:002009-05-07T16:49:10.419-07:00El Desencanto - o la falta de originalidad para poner un titulo.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhurcCkFUZIM3hflx_fEi8sRN8s8a48JZu7q7-Ifz30Fo6TIPDw5ghoF_c4PAzYLlVnHCXgKsuZi-rucqVkA8miloMKEyqbpLWn50yyVtZyNWJLe-1sxcnCAxA5FVJfx9HePT1mnx4olUI/s1600-h/Sin+t%C3%ADtulo-2.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 438px; height: 92px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhurcCkFUZIM3hflx_fEi8sRN8s8a48JZu7q7-Ifz30Fo6TIPDw5ghoF_c4PAzYLlVnHCXgKsuZi-rucqVkA8miloMKEyqbpLWn50yyVtZyNWJLe-1sxcnCAxA5FVJfx9HePT1mnx4olUI/s320/Sin+t%C3%ADtulo-2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333232629803844818" border="0" /></a><meta name="GENERATOR" content="OpenOffice.org 2.4 (Win32)"><style type="text/css"> <!-- @page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } --> </style> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Hace tiempo que debería haber escrito en el blog, pero realmente no se me ocurría nada sobre lo que escribir. Tampoco es que ahora sepa muy bien hacia que tema me dirijo, pero la presión es excesiva, así que tomare la primera salida que encuentre.</p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Estos días son un poco deprimentes, no pasa nada y no parece que vaya a pasar mucho. Es duro levantarse todos los días sin tener un objetivo claro ni un sitio al que dirigirse. Dentro de lo malo, no es por que seamos unos ineptos, sino por que de donde no hay no se puede sacar. Somos más de cuatro millones (que se dice pronto) los que estamos así. Y que conste que esto no es una critica política ni nada por el estilo, ni voy a desvelar las soluciones de la famosa crisis. Esto es, ahora más que nunca, el espíritu del desencanto.</p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Quizás sea un buen momento para contar como surgió esta locura del blog (y el resto del desencanto) que algunos leen con cierta asiduidad, lo que no deja de sorprenderme. En estos meses mucha gente me ha preguntado por que meterse en una movida como esta, y especialmente en esta época en la que no hay trabajo. La respuesta es la propia pregunta, no había (ni hay) trabajo en “lo nuestro”, así que por que no agarrarse los machos y tratar de hacer cosas. Al menos siempre sera mejor que estar en casa mirando el techo y la ceniza acumulándose en el cenicero.</p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Pero siendo del todo sincero, en estos meses que llevamos tampoco ha ocurrido nada especialmente significativo. Tenemos material, tenemos ganas, ¡Incluso gente que nos pide cosas!, pero seguimos más o menos igual, desencantados. </p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Corrección: me acabo de dar cuenta que estoy hablando en plural sin contrastar mis fuentes (quizás valdría para periodista del corazón...) así que, hasta que se demuestre lo contrario, el único desencantado soy yo.</p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Pero en esta sucesión de días sin significado y demasiado similares entre ellos, algo mantiene la esperanza o, al menos, deja los muebles en su sitio. En este punto cada uno tiene sus preferencias, ya sea el fútbol, la música, la cerveza, el cine... o una combinación de todas. La mía es una mezcla extraña y variable, pero este fin de semana me sentí como antes de que el desencanto entrase a formar parte de mi, quizás fuese la cerveza, la música o el barullo de cuarenta mil personas moviéndose, pero mereció la pena. </p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Y ahora queda esperar a ver si pasa algo.</p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;"></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new; font-style: italic;">“Down In Albion”</p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;"></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;"><i>pd. tanto tiempo para terminar escribiendo esta chorrada...</i></p> Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-79470820562470659222009-04-23T03:12:00.000-07:002009-04-23T04:54:32.178-07:00Lost In Translation - V.O.S ó S.O.S<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGDB5lTNvIyyr140IMMQS291LWF5ZBVaqq5a1MzKohAb6FUm0yGQAzXM9o1zqhLSXeadCEfl1WZ8cTYLEkD83wVI77SH-sI8xpfqK1NRx4KdruLop6Imzhel6vxMiqvcZki6MDPNhIt8E/s1600-h/25597090.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5327828272514958658" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 245px; CURSOR: hand; HEIGHT: 270px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGDB5lTNvIyyr140IMMQS291LWF5ZBVaqq5a1MzKohAb6FUm0yGQAzXM9o1zqhLSXeadCEfl1WZ8cTYLEkD83wVI77SH-sI8xpfqK1NRx4KdruLop6Imzhel6vxMiqvcZki6MDPNhIt8E/s320/25597090.jpg" border="0" /></a><br /><div>Todo comienza por el principio. Todo sucede, fluye, recorre, anda, camina, siente y sueña desde el punto de partida. Un taxi. A media noche. Una ciudad: Tokio. Un ciudadano americano en mitad de un circo desconocido, colorido, mecánico, poblado de hombres y mujeres, millones de costumbres, ajenas al protagonista, ajenas a occidente.<br /><br />En el nido de rascacielos, en una de sus alturas, la más elevada, un hombre, está sentado sobre una cama en la que duda caber, vistiendo un extraño kimono verde y aislando sus pies de una fría moqueta con dos estúpidas babuchas blancas. Bob Harris, esa estrella del cine americano, acaba de aterrizar en Japón.<br /><br />A sólo un par de muros de allí, Charlotte, una recien licenciada en filosofía, comparte las noches con su marido fotógrafo, del cual poco hay que destacar, salvo su profesionalidad detrás del obejtivo y su desastrosa manera de tratar todo lo demás.<br /><br />Dos maneras. Dos mundos. Dos seres diferentes. Un ascensor y una barra de un bar. Cuatro whiskys y un gin tonic, diez cigarrillos, la ironía, el desconocimiento, la soledad y el inmsomnio unirán a estos antagonistas de ellos mismos. El maduro con alma de joven, la joven muchos años mayor de lo que pensaba, confluirán, vivirán, codo con codo, a muchas millas de cualquier cosa conocida.</div><div><br />Plano sobre plano, la directora, plasma magistralmente los momentos que envuelven esta relación tan atípica, producto de la raigambre tan alejada de los protagonistas. Buscando la verdad en todo lo desconocían.</div><div><br />Momentos de narración fílmica irrepetibles. Planos cargados de la nada en la que sucede todo. La vida pasa por el objetivo de Coppola, fugaz e irreparablemente con la nostalgía de estar viviendo en un sueño pasajero. Todo sucede tan léntamente deprisa que a uno no le da tiempo a despedirse de la persona que creía ser antes de visionar la película y saludar a la que se ha convertido cuando se baja el telón.<br /><br />Cuando todo parece volver al principio, cuando el mismo coche abandona la jungla de cristal y el gris color de los anuncios publicitarios de las primeras horas del día, donde el neón deja de tener sentido, uno se da cuenta que ha dormido más de lo habitual, que en lo mejor del sueño, cuando a punto ha estado de comprender lo que tenían que decirle, se diluye y el negro de los créditos nos transporta de nuevo al punto de partida. Donde todo sucede. Todo fluye, recorre, anda, camina, siente y sueña.<br /><br />David Orea<br />Lost in Madrid</div>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-28986033737774905802009-04-15T10:36:00.000-07:002010-01-01T15:10:17.423-08:00Hotel Chevalier<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhso_OlB_zQhxf4nnapqPzDMPB76vRAo1LMVOOmuFErzt51WRZeo2A8e9iwk7dRB_pcRomwa43BRbTMaMZbafRG25_LeBznLQqwdVLOxz1ZRtQE-qx7Wcwvm9f4vn8YnlV6CxHrv3Zr3bo/s1600-h/hotel-chevalier.jpg"></a><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5324980009685619154" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 224px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYpNMsWmK1FWZkf64BObL1dsBuONzFuAKwDMoYyj_wleF9KMkJhfgea9hXgE_OyNjkFiUCJRp9l8OEv7uD-fxtx0kWwkJmLBHJ0pXxYjpsg7UVwNOKqQvJHSeVb0oPZ3fAEcs3dPZLyDE/s320/hotel-chevalier.jpg" border="0" /><br /><p>Escribe: Roberto (en el día mundial de la mujer).<br /><br />“La gente no madura, sólo pierde impulso”, decía Carlito Brigante en la película de Brian de Palma. Y de pronto uno crece y se da cuenta de que es verdad y de que nos cansamos y de que en estos días ya no queda impulso para nada.<br /><br />Es evidente que el cine es un invento hecho por y para idiotas. Para todos aquellos imbéciles que estamos tan incómodos en la vida que pagamos lo que sea porque nos hagan otra. Para idiotas cobardes, sobre todo. Porque los idiotas valientes cogerán su jodido impulso y harán algo en su propia vida mientras los cobardes nos metemos en un cine.<br /><br />Todos somos replicantes buscando un unicornio en la pantalla para que acto seguido pueda estar ya en nuestra memoria. Todos somos ciudades antiguas que necesitamos que llueva por tener una excusa para mirar arriba. Pero fuera de la sala ya nos hemos caído de demasiados caballos blancos y ya nos hemos mojado demasiadas veces.<br /><br />Da igual las cartas que nos toquen que, como Eddie “Fast” Nelson en “El Buscavidas”, vamos a hacer lo imposible por perder la partida.<br /><br />Volviendo una y otra vez a Montauk para, al final, regresar solos a casa cuando empieza a anochecer.<br /><br />Parados en movimiento como los hermanos del “Darjeeling Limited”.<br /><br />Encerrados para siempre en una habitación del Hotel Chevalier.<br /><br /><br />PD: Me quiero ir a Cuenca.<br /><br />PD2: Qué mal juega el Madrid...</p>Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-80081601652164130732009-03-30T16:03:00.000-07:002009-03-30T16:08:53.243-07:00Historia de una Ciudad.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOKbnlw9G6D3ayly7ZlcQyGGT_tAkz2I9X5PdnGlEMt_Zv5kmVghEL5fhs1vaImd-TauUD0IV2xSWpcRPt2lJ0_ny5dEX89dTj1QLmfws3JkBrn1yy1t2U4R7IrymumX9PHWkSfDW_5p4/s1600-h/ciudad.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 423px; height: 113px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOKbnlw9G6D3ayly7ZlcQyGGT_tAkz2I9X5PdnGlEMt_Zv5kmVghEL5fhs1vaImd-TauUD0IV2xSWpcRPt2lJ0_ny5dEX89dTj1QLmfws3JkBrn1yy1t2U4R7IrymumX9PHWkSfDW_5p4/s320/ciudad.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5319120953456189890" border="0" /></a>
<br /><meta equiv="CONTENT-TYPE" content="text/html; charset=utf-8"><title></title><meta name="GENERATOR" content="OpenOffice.org 2.4 (Win32)"><style type="text/css"> <!-- @page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } --> </style> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Esta historia comenzó hace algún tiempo, o quizás dentro de unos cuantos años, eso no importa realmente.
<br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Una ciudad, vieja como la mayoría, aunque joven según el tiempo con el que ellas miden sus propios años, estaba perdiendo su corazón. Es un hecho comprobado que las ciudades tiene su propio ritmo interior y que existen en un plano que la gente no consigue comprender. Pero esta ciudad se estaba muriendo poco a poco.</p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /> </p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Lentamente los habitantes de la urbe habían dejado de creen en la magia que esta tenia, y que la hacia sobrevivir. La ciudad había contraído una curiosa enfermedad, sus habitantes habían dejado de verla. No en el sentido físico de la palabra, sino que ya no se fijaban en lo que ella se esforzaba por ofrecerles. La gente que vivía en ella simplemente pasaba el tiempo de un lado para otro, pero sin contemplar la esencia de la ciudad. Y eso la estaba destruyendo.</p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Ella trato de despertarlos de una manera desesperada. Durante la noche, apartaba las nubes para que sus pequeños inquilinos pudiesen contemplar las estrellas, pero a ellos las estrellas no les interesaban y colocaron focos por toda la ciudad. La luz de estas falsas estrellas hizo palidecer el cielo, y durante la noche solo se veía una especie de niebla blanquecina formada por las gotas de lluvia al encontrarse con la luz de las farolas.
<br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Pero la ciudad no se rindió, durante el día, cuando las luces de las farolas se apagaban, quiso mostrarles el cielo azul, postrar ante ellos el amanecer en todo su esplendor y el prometedor anochecer. Tampoco esto impresionó a los habitantes, que levantaron edificios tan altos que desde las calles apenas se veía una pequeña porción de cielo.</p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Poco a poco, la gente fue cayendo en una especie de letargo. Seguían funcionando, iban al trabajo, caminaban por sus aceras, vivían en la ciudad, pero no con ella. Como un rumor que no se sabe bien donde empieza, el hastío y la apatía se fueron propagando por la gente. Los habitantes habían perdido la capacidad de soñar. Ellos dormían como el resto del mundo, pero sus sueños eran negros, sin el menor rastro de felicidad. Ya nadie se saludaba, ni sonreían al cruzarse con otros, ni se dejaban sorprender por las pequeñas cosas que la ciudad les ofrecía. La ciudad seguía muriendo poco a poco.</p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Una noche, la ciudad junto todas sus fuerzas y creo un majestuoso río que cruzaba de un extremo a otro sus tierras. Era algo realmente hermoso, la luz del sol crearía destellos únicos en sus pequeñas corrientes. Y para hacerlo mas atractivo lo pobló de vida, pequeños peces de colores se movían graciosamente bajo sus aguas. Por la mañana la gente de la ciudad se despertó como habían hecho siempre, pero esta vez, la ciudad contenía el aliento, esperando la sorpresa que mostrarían al ver el río. Pero no fue así. El hastío que reinaba en la ciudad no permitía a sus habitantes creen en esas cosas y pronto racionalizaron la creación del río y asumieron que siempre había estado allí, simplemente no se habían fijado. Aquel día llovió intensamente, quizás por la llegada del invierno, o quizás no.</p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">Tras el fracaso del río, a la ciudad no le quedaban muchas fuerzas. Así que replegó su espíritu hacia el interior y se quedo allí. En el centro de la ciudad. Contemplando los viejos edificios donde habían vivido, hacia ya mucho tiempo, personas que si sabían contemplar la ciudad. Y en esos pequeños rincones espera la llegada de algo que cambie las cosas, algo que vuelva a hacer a la gente soñar.</p><p style="margin-bottom: 0cm; font-family: courier new;">
<br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family:courier new;">Sobrevive de la ilusión de unos pocos, que se descubren ante pequeños regalos que ella deja por donde pasa. Quizás algo tan pequeño como la hoja de un árbol cayendo en el momento preciso sobre el lugar indicado. O tal vez, apagando una farola para dar cierta privacidad a una joven pajera que pasea por sus calles desiertas mientras contemplan el río</span>. </p> Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6763174137331772787.post-44139897375157658812009-03-25T04:27:00.000-07:002009-03-25T04:39:49.363-07:00Una de marcianos<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4l0tpLLZDCmYiW29qoVg-21_o0BaDuSDEhyKAfO9G51JL2VbfrarMJkkaueWJJo2V8ewW7xPpVCXSj7YO3aH_XZcUoqVJxd34wnGs5GJoPFyXcDE-GVdc2__ogwyDPUjvSVUHX-6vwp0/s1600-h/RachaelDeckard.gif"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 308px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4l0tpLLZDCmYiW29qoVg-21_o0BaDuSDEhyKAfO9G51JL2VbfrarMJkkaueWJJo2V8ewW7xPpVCXSj7YO3aH_XZcUoqVJxd34wnGs5GJoPFyXcDE-GVdc2__ogwyDPUjvSVUHX-6vwp0/s320/RachaelDeckard.gif" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5317088458611960786" /></a><br /><br />Cuando Philip. K. Dick. Escribió “sueñan los androides con ovejas eléctricas” o lo que no es lo mismo pero sigue siendo igual “Do Androids Dream of Electric Sheep?” Y lo que no dejó de ser distinto a todo lo demás, se convirtió en “Blade Runner”, abrió y cerró una de las páginas más memorables de la literatura de ciencia ficción. Así como una de las cintas más importantes del cine moderno. De la mano de Ridley Scott, toda esta ciencia se convirtió en ficción y toda esa ficción, se convirtió en una ciencia demasiado exacta como para no ser verdad. Dicho lo cual, volvamos al futuro viniendo del pasado. Comencemos en 1968, donde se creó la novela, basada en Los Ángeles de 1992. Para volver al 1982, en la misma Los Ángeles, esta vez, real, donde se estrena Blade Runner, basada en la ciudad que ya hemos mencionado, pero en el ficticio 2021. Y ahora, después de todo esto, sólo les recuerdo que 2009 sigue entre nosotros. ¿Ha cambiado algo desde aquello? Lo dudo. Las cabriolas, dirían algunos, no te sacarán del camino, sólo te harán tropezar y las hojas del calendario no saben de esperar. Así que, año arriba, año abajo, poco importa. Como tampoco importa, que varias generaciones le regalaran dos horas de su vida a una cinta de 35mm, a un video beta, a un VHS, a un Laser Disc o a un DVD. Una película, que con más de dieciocho años, aún no se ha ido de casa.<br /><br />Pero hagamos un esfuerzo. Larguémonos del hogar. Y empecemos por el comienzo. Rick Deckar. Un Blade Runner retirado del servicio. Un policía de la vieja escuela que se ocupaba de sacar de la circulación a los androides que se revelaban contra la autoridad, más conocidos éstos, por replicantes. En un futuro incierto donde la tecnología genética evoluciona hacia los intereses humanos, el mundo se ve sumido en la necesidad de crear autómatas que se ocupen de los trabajos más pesados. Una generación de replicantes al servicio del hombre, facilitando así, una vida más tranquila y alejada de los trabajos forzados. La encargada de todos éstos procesos de fabricación es la Tyrell Corporation. Donde el propio Tyrell es el Dios de los androides. <br /><br />Hasta aquí todo está claro. El mundo conocido ha cambiado, pero la condición humana continúa constante como viene siendo habitual desde el principio de los tiempos. Las máquinas como tales, son programadas para diversas funciones. Pero siempre han de vivir fieles y sumisas. Es en este momento cuando varios androides de la resistencia, toman conciencia de su propia vida. De su propia existencia. De su origen. Funciones, virtudes, defectos y manías impropias del género tan inverosímil hasta el momento al que pertenecían. Roy Batty, en opinión de un servidor, uno de los mejores villanos del cine, incia esa búsqueda vital tan antagónica a la mecánica y a los circuitos cerrados. Junto a sus compañeros, otro replicantes, que sólo buscan escapar de sus cadenas que irremisiblemente los unen a los humanos.<br /><br />Teniendo ya el tablero de ajedrez, la ciudad de los Ángeles, las piezas blancas, nuestro Blade Runner y las fichas negras, Roy Batty y compañía, y un jaque sobre la mesa a blancas, en forma de asesinato a un miembro de la policía, sólo queda esperar el próximo turno. Bien podía haberse escogido otra denominación de colores para ámbas partes de la partida, si se me permite la redundancia, pero ¿acaso cambiaría en algo? Rey es Rey, y poco importa el color de su bandera. Y el nuestro, porque no nos dejan escoger, permanece impasible junto a sus dos torres. <br /><br />Muy en la línea del cine negro y la acción, todo se resume en peones y caballos, alfiles y torres, rodeando el tablero, fuera de esos límites esperando una nueva jugada. Y a pocos turnos del jaque mate que termina con todo. Una dama, también replicante, acerca las posturas. Rick Deckar ya no lo tiene tan claro. Se ha enamorado de un enemigo feroz. Pero las guerras son imprevisibles. El Nexus-6, no es replicante sencillo. Hay sentimientos y esperanzas y las limitaciones de vida a cuatro años no parecen suficientes. Los recuerdos insertados, las vivencias de la infancia, los dolores y desasosiegos pasados, conforman algo hasta ahora poco común más allá del génesis humano. Huir o quedarse. Matar a la propia sangre quizás no sea tan buena idea aunque algunos lo llamen “retiro”. No quisiera yo fastidiarles el final que hace tantos años hizo iluminar una sala de cine mostrando las caras de un público atónito. <br /><br />No dejen de proyectarse este clásico. No lo olviden. Siempre hay una carretera asfaltada aunque todos los vehículos vuelen. Y sino, aparece un ser extraño y te dice todo lo que no quieres oír pero necesitas saber: "Lástima que ella no pueda vivir, pero ¿quién vive?"<br /><br />25 – III - 2009<br /><br />David Orea: desde el espacio interior.Desencantadohttp://www.blogger.com/profile/07315046036830378616noreply@blogger.com3