martes, 27 de enero de 2009

Geoff Gilmore: Evolución vs. Revolución, El estado de los festivales y el cine independiente.

El siguiente artículo es una traducción del escrito por Geoff Gilmore (Director del festival de Sundance). Por motivos de espacio eh decidido omitir ciertas partes, si alguien tiene interés en leer toda la traducción simplemente mandar un mail a produccioneseldesencanto@gmail.com y os lo remitiré. Para leer el artículo en inglés podéis acceder a la siguiente página: http://www.indiewire.com/article/first_person/


Todo el mundo dice que vivimos un momento de cambio. Y la verdad es que para el cine independiente, el cambio ha sido constante. Como Director del Festival de Sundance durante (casi) las últimas dos décadas, he sido testigo de una interminable y constante evolución. De hecho cada año que pasa parece proclamar: ¡el final de una era y el inicio de una nueva Revolución! Y cada año parece que los cineastas independientes expanden los reinos de la posibilidad. Como se ha podido ver durante largo tiempo, realmente ha habido un cambio drástico. El número de películas producidas ha sido quintuplicado en relación a las cifras de mediados de 1990. De la misma forma, el mercado del cine también ha cambiado en todos los aspectos: en términos de distribución se ha doblado, en cuanto a empresas en competición se ha triplicado y en cuanto a la consideración de éxito ha cambiado de diez millones (la pasada década) a los veinticinco actuales. Pero lo más importante y significativo del cine independiente es que la generación de directores y productores como los Coen, Tarantino, P.T. Anderson y Tood Haynes, Errol Morris y Michael Moore y el resto de ellos han conseguido un impacto significativo en la cultura y la industria del cine. Todos estos cambios son importantes y muy reales.


Pero, después de treinta años de cine independiente, ¿hemos llegado al final?(…)¿Quizás son los modelos de financiación y la estructura del cine independiente lo que está pasado y anticuado? Durante éstas tres últimas décadas el video/DVD y el cable eran las redes de seguridad del cine independiente, pero ahora eso ya no sirve.


Quizás debería empezar por lo que mejor conozco, los festivales de cine y el negocio de los mercados cinematográficos. El número de festivales globales ha aumentado exponencialmente, pero en términos de negocio, son muy pocos los que realmente sirven para los mercados nacionales e internacionales. Esencialmente los festivales más importantes, por ejemplo Cannes, Toronto, Sundance, Berlín ( y puede que para aéreas mas específicas Pusan, San Sebastián y Bubai) se han convertido generalmente en eventos de la industria. Existiendo como plataformas para varias actividades: venta de películas, publicidad, crítica, oportunidades para los nuevos talentos… pero cuando los festivales se evalúan sólo como mercados pasamos por alto lo más crucial, la calidad y originalidad de las propuestas y la aparición de nuevos directores, actores, escritores y otras fuerzas creativas. (…)


¿Pero cuál es el estado real del cine independiente? ¿Está el cine independiente realmente despuntando o es la producción y distribución de cine independiente tan difícil como siempre ha sido y será? Quizás podamos encontrar una respuesta en otras preguntas. En primer lugar está la pregunta sobre las audiencias, sus gustos y motivaciones. La segunda sería el abanico de dificultades (nuevas y viejas) que plantea la distribución, mucha gente afirma que hay demasiadas productoras independientes para la pequeña ventana de distribución, aunque cada vez más películas están llegando a las salas de cine. Pero el fracaso de muchas producciones en las salas puede crear un efecto contraproducente, que el cine independiente está en crisis. ¿Es esto verdad? Una vez más, la respuesta es complicada.


La audiencia sigue cambiando. Mientras el actual cine independiente centra su público objetivo en los treintañeros, la nueva generación presenta una interesante contradicción. Está claro que la audiencia más joven (universitaria) es mucho más sofisticada en cuanto al cine – tanto en el arte de hacer cine, como en cine internacional e independiente – que lo que era la mía hace treinta años. Pero, francamente, creo que tienen menos interés en ello. O, al menos, tienen una variedad más amplia de actividades que emprender y son mucho más selectivos sobre los proyectos en los que invertir su dinero. Es difícil saber si ésta nueva generación continuará con la misma pasión que teníamos nosotros. El cine independiente salió a la luz y tuvo bastante éxito en éstas dos últimas décadas. Pero lo que eran antes innovaciones ahora son técnicas familiares. La duda que queda es si las nuevas audiencias se verán intrigadas por las innovaciones del trabajo independiente, convencidas por la crítica, y motivadas por el marketing; si , a fin de cuentas, serán seducidos por los nuevos trabajos e invenciones artísticas.


Estructuralmente el mayor problema para el cine independiente es el estrecho cuello de botella de la distribución. (…) Si la distribución especializada y el potencial de las nuevas tecnologías (como Internet) son la respuesta, la pregunta sigue siendo cómo llegar al público – cómo lograr un marketing en Internet, ya sea viral, basado en las comunidades online o de nicho; y, ¿cuándo serán éstas medidas de distribución realmente significativas a la hora de conseguir beneficios?


(…) Que se mantengan las películas en el mercado por un tiempo prolongado es especialmente importante para el cine independiente. Y que los estrenos de cine estén ordenados por una ley anticuada del universo de las salas es uno de los obstáculos que encara el cine independiente. De hecho, ¿Por qué las películas se estrenan (y se consideran) estacionales y no válidas para cualquier momento? La práctica de fechar películas, esto es, asignar la fecha de estreno, se me antoja obsoleta. El cómo y cuándo se estrena una película debería depender de las nuevas estrategias. No tiene sentido que la mayoría de las películas de calidad que se producen en un año se estrenen de manera simultánea en campañas de promoción extremadamente agresivas. En el futuro, tal vez los festivales puedan servir de plataforma para dar una vida más larga a las películas. Al final Internet, las nuevas estrategias de marketing y los nuevos conceptos de consumo serán el núcleo que dictará la vida de las películas.


Finalmente, la pregunta sobre el futuro del cine independiente reside en sí mismo, en las propias películas. Cada año, el festival de Sundance presenta un espectro de nuevas películas independientes, Desde ficción a documentales, más clásicas y más innovadoras, internacionales y domésticas. No puedo dejar de remarcar cuan seguro estoy de que el valor estético del cine independiente durante éste año ha continuado evolucionando, desarrollándose y madurando. Algunos de los mejores creadores en el mundo empezaron en Sundance, y muchos de los nuevos creadores de todas partes del mundo se han visto influenciados por una generación ambiciosa, innovadora y que personifica las cualidades de narración que representa el cine independiente. Cada año, la creación de cine independiente se enriquece con la promesa del descubrimiento, de un nuevo programa en el festival, de nuevos creadores y de nuevas historias. Y por sí mismo, es una causa muy real para el optimismo y la esperanza.




Geoff Gilmore – Director of the Sundance Film Festival.


Traducción: Alejandro Artímez




lunes, 26 de enero de 2009

La alquimia de los sueños - "Un perro andaluz"


...Si existe un placer
es el de hacer el amor
el cuerpo rodeado de cuerdas
y los ojos cerrados por navajas de afeitar...

- Benjamin Péret -

Con estos versos comenzamos un viaje. No nos vamos fuera, sino que nos quedamos aún más adentro. Recordando la primera escena de aquel cortometraje de 1929 de Luis Buñuel y Salvador Dalí: “Un perro andaluz”. En los primeros compases, adivinamos a un joven Buñuel seccionando el ojo a una joven dama con una navaja de afeitar. Nadie comprendería lo que sucedería después. Surrealismo confrontando con el propio surrealismo. Una serie de sueños encadenados y atrapados en un mismo sueño. Y uno de los mayores ejemplos de la inmersión del espectador en cualquier tipo de reproducción cinematográfica. Sólo es necesario un "simple" plano. Y ahí reside toda la mágia del director y el guionista. Y es lo que se consigue en éste añejo ejemplo de cine con mayúsculas. Como el mismo explicó:

“…para sumergir al espectador en un estado que permitiese la libre asociación de ideas era necesario producirle un choque traumático en el mismo comienzo del filme; por eso lo empezamos con el plano del ojo seccionado, muy eficaz.”

Y es éste el puro lenguaje cinematográfico. El del principio, el que nos atrapa desde el primer fotograma y nos sitúa, como el propio Umberto Eco afirma en el “mundo imaginario” tan creíble de ésta ficción muy parecida a tantos sueños. Y es que lo que nos proponen Dalí y Buñuel es la ruptura de los sentidos físicos con el mundo real y la puesta en marcha de un análisis de nuestro mundo interior. Sin más herramientas que la propia imaginación y la quintaesencia de los sueños viajamos a lo más profundo del ser humano, representado ésta vez, por la protagonista. Una mujer joven que se enfrenta en sus sueños a muchos de los problemas y tabúes de la época. En ese mismo viaje existe una dicotomía hombre-mujer. Se enfrentan dos maneras de entender el mundo, dos visiones encontradas en un único carácter, el sexual.

Si nos planteáramos buscarle un significado a todo esto quizás obviaríamos lo mágico del desconcierto. La lógica no es motivo de gobierno de los pensamientos más instintivos. Hablamos del hombre en tanto como es hombre y no como ser social instaurado y maniatado a las costumbres y usos. Dejando la urbanidad para lo mundano, ello nos propone un mundo de caos continúo y de enfrentamientos contra el mismo “yo” primitivo que nos acompaña durante todo la existencia. Es por tanto acertado el uso de las elipsis temporales del corto. En 17 minutos, se condensan en tiempos parecidos espacios de tiempo tremendamente dispares. “Ocho años después”, “dieciséis años antes” “tres horas después”, “una primavera”… Disparidades que en los sueños son de un modo comunes y normales.

Además de la parte mejor llamada de desarrollo psicológico del corto, también se encuentra la parte técnica del mismo. Ni qué decir tiene que 70 años después de la grabación, sigue guardando cierto vanguardismo. Ésta obra de arte, supuso la ópera prima de uno de los mejores directores, no sólo a nivel nacional, sino a nivel mundial que se recuerdan en la historia del celuloide. Grandes planos se recuerdan por su fuerza audiovisual: El ya mencionado y archiconocido plano de la sección del ojo con la navaja de afeitar muy bien apoyada con el fundido que hace con la luna llena y las nubes. Además de éste, también muy conocido el plano en el que el hombre corre hacia la mujer pero le impiden avanzar dos curas maristas y dos pianos aplastados por un burro muerto atados a dos cuerdas que sostienen en su espalda. Ámbos de los hablados, por poner unos ejemplos, son sueños reconocidos de los propios autores de la obra.

En definitiva se trata de una obra audiovisual, que rompió en su época con muchos cánones establecidos por el cine más purista. Supuso el paso definitivo para considerar A Buñuel y Dalí máximos exponentes del surrealismo de nuestro país. Fue el inicio de dos grandes artistas españoles que, aún teniendo un sueño, despertaron para volver a soñar.

26 - I - 2009

David, desintegrante de El Desencanto.

sábado, 24 de enero de 2009

Desencantar/Desencantarar My Blueberry Nights/ Entre les Murs El Cine/La vida



Desencantar/Desencantarar


Desencantar: Deshacer el encanto.
Desencantarar: Sacar del cántaro el nombre o nombres metidos en él para una elección por insaculación o por suerte. Excluir de esta elección o sorteo, por algún motivo legítimo, determinados nombres.

Hay que ver lo que cambian un par de letras, ¿no? ¿Dada la cercanía entra las dos palabras se podrá equivocar también La Realidad al leer nuestro nombre? ¿Nos sacarán del jarrón en un golpe de suerte (descartado el talento en la acepción) y nos mostrarán en plaza pública? ¿O excluirán nuestros determinados nombres por vayan a saber que motivos(s) legítimo(s) que seguro que lo(s) tienen?

Quizás no se equivoquen ellos (sean quienes sean), sino nosotros y la acepción que nos corresponde sea esa. Y nuestra única esperanza sea un fortuito golpe de suerte. Y nuesta única equivocación sea no hacer que ellos se equivoquen (sean quienes sean que ellos sean).

De cualquier manera, lo que está claro es que esto que nos traemos entre manos es el clavo ardiendo al que nos vamos a aferrar y que, con el talento propio y la suerte (siempre) ajena, podemos repetir aquí la frase que se decía en el guión de la película de Chávarri del mismo nombre que nuestra productora:

“No habrá, pues, otra oportunidad de salvación para una estirpe condenada a la soledad y el desencanto”.

El cine/La vida

Últimamente se escucha mucho eso de que "es un puro reflejo de la realidad" o "es real como la vida misma". Y encima lo dicen como un mérito. ¿No tendrán ellos bastante con la vida que quieren más? Nadie paga 8 euros por mirar por la ventana. Precisamente por eso me gusta el cine, o el fútbol. Porque mientras los fotorgamas avanzan o la pelota corre la vida real se para. Se detiene durante dos horas. Se olvida, desaparece. Y nace otra vida, la del partido o la de la película, apasionante e imprevisible.

De este tema habla en varias ocasiones Ray Loriga en su libro "Días aún más extraños" (El Aleph, 2007) que recoge (entre otras cosas) sus artículos en el diario El País:

"Afortunadamente, contra el fuego de las cosas reales está el fuego de las cosas inventadas y ahí es donde la ficción le saca un cuerpo a la vida. En la vida uno apenas puede hacer nada, en la ficción todo es propio, hasta lo robado".

"El cine que vemos, y con frecuencia que hacemos, se ha vuelto plano e inofensivo, falsamente domesticado, sin esquinas. Ignora su propia naturaleza, se reduce, se encoge. No se cuestiona nada dentro de su propio sistema y pretende saberlo todo de la vida real. Qué confusión. Habría que dejar la vida tranquila, la realidad se basta sola, no necesita que la reproduzcan, sino que la incomoden".

"Para Hitchcock, el cine es tan real, dentro de sus parámetros, que apenas se preocupa por ensuciarlo con pretensiones de realismo. Su tamaño como artista se debe en gran parte a que respeta obsesivamente los límites del arte, que no nació precisamente para reflejar la realidad, sino para construir una realidad propia, un plano de existencia paralelo (...) La realidad viene a decirnos Hitchcock, es siempre más pequeña que el arte".

Las pongo todas seguidas, para que al menos algún párrafo sea bueno.

Alabado sea Ray. Alabado sea el cine.

My Blueberry Nights/Entre les murs (La clase)

Si han llegado hasta aquí adivinarán qué película de estas dos me ha apasionado y cual me ha dejado un poco frío. No negaré las virtudes de "Entre les murs". Y, quizás, esta película (a falta de un nuevo estreno de Fernando León de Aranoa) sea un chivo expiatorio bastante injusto. Ya que, a pesar de su clara intención de llevar lo real a la pantalla (a lo documental-ficción como dicen los cahieristas; desprovista, por ejemplo, de cualquier nota musical) tiene luz y fuerza cinematográfica. Aunque no la suficiente como para pasar de un retrato de la realidad de la eduación francesa (y por extensión la de cualquier país occidental envuelto en el fenómeno de la inmigración), elaborado e interesante, pero poco emocionante.

Tal y como cuentan en el Cahiers de este mes, la película fue rodada con tres cámaras (una al alumno que habla, otra al profesor y otra atenta a las reacciones del resto de la clase), los niños (que no son actores sino alumnos reales) estuvieron durante un año en un taller de improvisación que montó el director de la cinta (Laurent Cantent, autor de "Hacie el Sur", buena película aunque algo fría) y está basada en el libro del profesor François Bégaudeau (que da vida al propio profesor del filme). Y todos estos son detalles cinematográficos interesantes pero que construyen un artefacto demasiado parecido a la vida. Una película para hablarla y no para sentirla, sufrirla, soñarla.

Y en el otro lado está Wong Kar-Wai y sus historias. El director de la impresionante "In the mood for love", además de otras buenas películas como "Chunking Express" o "2046". Uno de los mejores directores vivos que existen.

Al otro lado está My Blueberry Nights. Al otro lado está una mujer lejos de su ciudad buscándose a sí misma. Al otro lado está un hombre que le espera envuelto en luces de neón Al otro lado, una historia de amor. Al otro lado está América. Al otro lado están historias ficiticiamente reales. Al otro lado está lo que yo entiendo por cine.

Al otro lado están una música maravillosa (en http://www.myblueberrynights.es/ podemos escuchar la preciosa canción de Cat Power, "The Greatest"), unos planos fantásticos (efectivos además de efectistas), unos actores espléndidos.

Y es que las películas tienen que ser, como mínimo, cestos de los que puedas ir desencantarando cosas, desencantarando trozos de cine.

Y así, con este verbo raro, cerramos este círculo que acaba de abrirse. Y volvemos a la vida y echamos de menos al cine.

Roberto, el tercer intrigante de El Desencanto.

miércoles, 21 de enero de 2009

Cómo se hizo... (Introducción II)



Bueno, ha llegado la hora de que yo también me presente. Mi nombre (más bien sobrenombre) es Jandro y no se si esto del blog tiene algún sentido o no.


Vamos a ver, a estas alturas cualquiera que esté leyendo esto se estará preguntando si realmente el mundo necesita otro blog que nadie leerá. Quizás tengan razón, y esto sea sólo un ejercicio privado de autobombo, pero os contare cual es la idea que tenemos (tengo) en mente para este proyecto.


Bien, creo que tenemos dos opciones claras... – dijo pensando para sí mismo que no estaban tan claras.


La primera es hablar de cine, pero no con la idea de que tras leer una entrada el lector sepa si quiere o no quiere ver esa película. Más bien este sería el sitio al que acudir después de ver una película. Leer lo que comentamos sobre ella y, quizás, mostrar lo equivocados que estamos al criticar una película (aunque si alguna consigue que nos pongamos los tres de acuerdo en criticarla daría que pensar). Bien mirado, incluso podría resultar algo aprovechable.


Hace algún tiempo leí o escuché una frase que sigue dándome vueltas a la cabeza, venía a decir algo así como: “La gente que decide dedicarse al mundo audiovisual, decide hacer su trabajo del ocio de los demás”. Y me parece muy acertada, todo el mundo consume cine, y parece que a todo el mundo le sale una vena de crítico al terminar una película, y la pregunta que dejo en el aire es: ¿Es eso positivo?


Otra anécdota que me parece reseñable es la siguiente: hace unos días me reencontré con un viejo amigo y cuando le comenté que había terminado la carrera y ahora hacía vídeos y cortos su pregunta (casi respuesta) fue “¿A que ahora ya no disfrutas viendo una película?” Tras mucho pensar, por fin puedo contestarle de corazón, ahora las disfruto mucho más. Es cierto que cuando te metes en este mundo comienzas a cambiar tu forma de ver el cine, pero en mi caso es para mejor. Ya no me quedo sólo con la historia, si no que entiendo por que hace ciertas cosa, saber cómo funciona por dentro la película, ver el engranaje del pequeño reloj al que llamamos cine (eso a sido un poco cursi, ¿no?)


Para terminar ya este terrible divagación (que iba a servir de introducción y terminará ahuyentando a mas lectores de los que atraiga), me veo en la obligación de señalar cual es la segunda temática del blog. Ésta no es otra que contar las peripecias de tres personajes ficticios (aunque terriblemente reales y parecidos a los tres individuos que escribimos en este cuaderno). Hablar sobre las trabas que encontramos para hacer un corto, o para conseguir cualquier cosa. También contar el día a día del rodaje, sin excesivo maquillaje. Esto no lo hacemos con la intención de dar lecciones o consejo a nadie, simplemente de compartir con el mundo la frustración que produce empezar en esta profesión, y que si alguno se siente identificado, comparta con nosotros este sentimiento, ¡seremos como el grupo de auto ayuda para jóvenes audiovisuales!



Atte. Jandro.



lunes, 19 de enero de 2009

Escena 1 - Toma 1

No sé si recordarán ésta escena cinematográfica. Quizás nunca la hayan visto. Quizás sí. Quizás no. Quizás tantas cosas complejas y tantas dudas sin resolver. Quizás tantas preguntas y quizás tantas respuestas. Y quizás ya habré olvidado a donde me dirigía cuando escribía éstas absurdas líneas. O quizás sea eso el cine, un ir venir de líneas que le dan sentido a un todo. Un lenguaje que combina imaginación, imagen, sonido, símbolos, mujeres, hombres, historias interesantes, historias tediosas, dudas, respuestas, teoremas, axiomas, tesis, antítesis, síntesis, te quiero y no te quiero.

¿A dónde vamos entonces? O ¿Qué hacemos aquí que ya estamos? ¿Venimos a aclarar las dudas o a sembrarlas? O ¿Sólo me dedico a hacer preguntas sin querer aclarar nada?

Pasemos al siguiente párrafo que será menos complejo y probablemente más claro. Objetivo: hablar de cine. No existe más intención que esa. No somos a quienes estabas buscando, pero por si acaso quédate un rato y pregunta por nuestros nombres.

Ahora mismo algunos puede que estén cerrando la ventana del explorador porque se estarán sintiendo estafados, engañados, manipulados, pero nada más lejos de la realidad.
¿Recuerdas ésta escena cinematográfica? De no ser así, quédate a verla.

19-I-2009

David, desintegrante de El Desencanto.